camino hacia el enriquecimiento
lunes, 27 de diciembre de 2010
O
s deseo q paséis una muy feliz Navidad y un prospero Año Nuevo!! q seáis muy felices hoy, mañana y siempre, y q siempre tengáis cerca a la gente q quereis, ademas de desearos salud,trabajo y amor, q en estos tiempos son todos muy necesarios!!
miércoles, 22 de diciembre de 2010
LA EDUCACIÓN EN CENTROS HOSPITALARIOS
«El niño impedido físicamente o mentalmente, o que sufra algún impedimento social, tiene que recibir el tratamiento, la educación y la protección especiales que requiere su caso particular» (Declaración Universal de los Derechos del Niño, proclamada por las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1959).
Todos los niños y niñas tienen derecho a la educación. Sin embargo, la enfermedad les aparta a veces de las aulas A lo largo del curso escolar son numerosos los niños que por una u otra causa, sufren diversos trastornos físicos, enfermedades, roturas, operaciones, etc., por lo que deben ser ingresados en un hospital. Estos períodos de hospitalización, que normalmente, le impedirían un normal desarrollo del curso escolar pudiendo, incluso, si su convalecencia es muy larga, provocar graves retrasos escolares, hoy en día se puede corregir gracias a las Aulas Hospitalarias, centros de enseñanza que el Ministerio de Educación y Ciencia ha puesto a disposición de los niños enfermos en diferentes hospitales de España, Se pretende mejorar la calidad de vida de estos niños y niñas y evitar que pierdan su ritmo de aprendizaje o sufran fracaso escolar.
Los niños hospitalizados tienen derecho a proseguir su formación escolar durante su permanencia en el hospital, y a beneficiarse de las enseñanzas de los maestros y del material didáctico que las autoridades escolares pongan a su disposición, en particular en el caso de una hospitalización prolongada.
LA EDUCACIÓN ESPECIAL
La educación especial es un continuo de prestaciones educativas, constituido por un conjunto de servicios, técnicas, estrategias, conocimientos y recursos pedagógicos, destinados a asegurar un proceso educativo integral, flexible y dinámico a personas con necesidades educativas especiales, temporales o permanentes, Las necesidades educativas especiales son aquellas experimentadas por personas que requieren ayudas o recursos que no están habitualmente disponibles en su contexto educativo.
En nuestro país, para atender las necesidades educativas especiales de los niños hospitalizados, existen escuelas hospitalarias que funcionan con una estructura organizacional similar a las escuelas comunes: niños que permanecen internados y que pueden asistir a clase, dentro de las prescripciones médicas que así lo permiten.
La Educación Especial tiene las siguientes funciones:
- Proveer a los alumnos, con necesidades educativas especiales, las prestaciones necesarias para hacerles posible el acceso al currículum, contribuyendo a que logren el máximo de su desarrollo personal y social; Implementar estrategias para la detección y atención temprana de niños con alteraciones del desarrollo o dificultades del aprendizaje, con el fin de intervenir lo antes posible.
- Promover y sostener estrategias de integración y participación de las personas con necesidades educativas especiales en los ámbitos educativo, social y laboral.
- Extender estos recursos y apoyos a todos los sectores de la comunidad educativa, a fin de mejorar la calidad de la oferta pedagógica.
- Propiciar la participación activa de los padres, quienes estarán involucrados y compartirán el compromiso por las acciones previstas en el proyecto educativo de sus hijos.
PROGRAMAS DE COMPENSACIÓN EDUCATIVA
Los Programas de compensación educativa dirigidos al alumnado no escolarizado en centros están dirigidos a la población escolar que por diversos motivos, no puede asistir regularmente a los centros educativos ordinarios. La educación permanente, con su papel esencial en el desarrollo de los individuos y de la sociedad, significa un avance en la lucha contra la discriminación y la desigualdad. La Ley Orgánica 1/1990, de 3 de Octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE), establece la educación permanente como principio básico de nuestro sistema educativo, proporcionando mecanismos de prevención y de compensación social y educativa. Pero el marco legal, con ser indispensable, no es suficiente por sí solo: favorecer la permanencia y promoción de los alumnos en el sistema educativo exige actuaciones de compensación educativa.
ORDEN de 25 de junio de 2001, del Departamento de Educación y Ciencia, por la que se establecen medidas de Intervención Educativa para el alumnado con necesidades educativas especiales que se encuentre en situaciones personales sociales o culturales desfavorecidas o que manifieste dificultades graves de adaptación escolar. El objetivo fundamental de la educación es el de proporcionar a los niños y a los jóvenes de uno y otro sexo, la formación plena que les permita conformar su propia personalidad en una sociedad diversa, libre, tolerante y solidaria.
Por otra parte, la Ley Orgánica 9/1995, de 20 de noviembre, de la Participación y Gobierno de los Centros Docentes ha definido la población escolar con necesidades educativas especiales refiriéndose, de una parte, a los alumnos con necesidades derivadas de discapacidad, y de otra, a las derivadas de trastornos graves de conducta y aquellas necesidades asociadas a situaciones sociales y culturales desfavorecidas.
Ámbito de aplicación: Garantizar la adecuación de las actuaciones de compensación educativa dirigidas a prevenir y compensar las desigualdades de acceso, permanencia y promoción en el sistema educativo de todo el alumnado en situación de desventaja prevenir las causas que generan necesidades educativas específicas, fomentando la intervención desde los entornos más normalizados y con los medios ordinarios de que dispone el sistema educativo .
Destinatarios: Los destinatarios de estas medidas de acción educativa compensadora son aquellos alumnos que requieran determinados apoyos o intervenciones educativas específicas
Objetivos:
-Desarrollo de acciones educativas que potencien la superación de desigualdades en la educación.
- Facilitar la igualdad de oportunidades de acceso, permanencia y promoción de todos los alumnos a la educación.
- Ofrecer al alumnado en situación social o cultural desfavorecida o que presente graves dificultades de adaptación escolar, una respuesta educativa adecuada y de calidad que le facilite alcanzar los objetivos de la enseñanza obligatoria en el entorno escolar ordinario, de forma que este alumnado pueda integrarse en una sociedad compleja.
Actuaciones generales:
En la educación infantil y en las etapas educativas obligatorias la administración facilitara la adecuación de la respuesta al alumnado con necesidades educativas especiales debidas a situaciones sociales o culturales desfavorecidas o a problemas graves de adaptación escolar.
Para ello desarrollará las siguientes actuaciones:
- Acceso, permanencia y promoción del alumno en el sistema educativo. Fomentar la escolarización temprana de estos alumnos.
- Compensación educativa dirigidas al alumno que por razones de hospitalización o convalecencia prolongada en su domicilio no puede asistir a su centro educativo.
- Adaptaciones curriculares realizadas por el profesor tutor en colaboración con el profesorado de apoyo y con el asesoramiento del equipo de orientación educativa y psicopedagógica.
- Diseño de actividades que potencien el desarrollo de sus capacidades básicas fomentando la metodología cooperativa y activa.
- Adecuación de horarios a las necesidades del alumnado en actividades lectivas y complementarias.
- Acción tutorial de seguimiento individualizado de los alumnos, acercamiento de las familias al centro y desarrollo de programas familia-escuela.
- Actuaciones dirigidas al alumnado hospitalizado o convaleciente en su domicilio durante un periodo prolongado.
Hospitalizado:
- Los alumnos que padecen enfermedades o lesiones traumáticas, obligados a periodos de hospitalización o convalecencia prolongados, se encuentran en situación de desventaja con respecto a los demás. Para una adecuada atención a este alumnado, se ofertan las Unidades.
Escolares de Apoyo en Instituciones Hospitalarias y los Programas de Atención Educativa Domiciliaria.
- Los alumnos hospitalizados o en atención domiciliaria mantendrán su escolarización a efectos de evaluación y promoción, en sus respectivos centros ordinarios. Por esta razón, para garantizar la continuidad del proceso educativo, el profesorado de estas unidades se coordinara con el centro ordinario correspondiente para lograr un continuo en el proceso educativo.
Atención domiciliaria:
La atención domiciliaria se llevará a cabo por el profesorado itinerante necesario para desarrollar la intervención educativa.
Evaluación:
Los alumnos de compensación educativa serán evaluados tomándose como referencia los criterios fijados en las adaptaciones curriculares, reflejándose los resultados de los resultados de la misma en el expediente personal del alumno.
Modalidades de compensación:
Las actuaciones educativas institucionalmente establecidas para la atención a este alumnado son las Unidades de Atención Educativa Hospitalaria y la Atención Educativa Domiciliaria.
- Programas de Aulas Hospitalarias: Son unidades escolares de apoyo en Instituciones Hospitalarias para garantizar la continuidad del proceso educativo del alumnado hospitalizado. Aulas hospitalarias es un Proyecto de Compensación educativa con una amplia trayectoria en nuestra Comunidad Autónoma. Pretende dar respuesta a las necesidades educativas especiales que presentan niños, jóvenes e incluso adultos que por razón de accidente o enfermedad se ven obligados a períodos de hospitalización y convalecencia prolongados: su proceso de enseñanza aprendizaje se ve dificultado y se encuentran en una situación de desventaja que sólo puede ser paliada con medidas de apoyo inter-multiprofesional que serán útiles, además, para reducir la ansiedad que la enfermedad les provoca.
- Atención socioeducativa domiciliaria: Los profesionales de la medicina se desplazan a los domicilios de los niños para proporcionarles el tratamiento adecuado. Esto supone que la estancia del niño en el hospital va a ser menor, pero tendrá que permanecer más en casa sin poder asistir a la escuela debido a los efectos de los tratamientos. La atención educativa debe correr pareja a la asistencia médica, por lo que el niño necesitará que un maestro se desplace a su hogar para continuar en la medida de lo posible su currículo escolar, en colaboración con el maestro del aula hospitalaria y con el centro educativo de referencia.
Se desarrolla por maestros de asociaciones de voluntariado (Real Decreto 299/1.996, de 28 de febrero, de Ordenación de las acciones dirigidas a la compensación de las desigualdades en educación). Suscriben convenios con las diferentes administraciones educativas.
La familia, en el caso de atención domiciliaria, se comprometerá a respetar el horario establecido por el profesorado y a facilitar las condiciones idóneas para su realización, asegurando la presencia de una persona mayor de edad durante el tiempo que el profesorado atienda al alumno
ACTUACIONES EDUCATIVAS
A. PROGRAMAS DE AULAS HOSPITALARIAS
La estancia para un niño en un hospital supone: enfermedad física, disgusto, malestar y con frecuencia miedo y dolor. Tiene que someterse a un cambio en sus actividades y rutinas diarias, los que están en edad escolar además pierden sus actividades escolares. En este contexto, el Aula Hospitalaria representa un lugar seguro y normalizador para el niño, que además de la función docente, tiene un significado relacional ocupacional e integrador.
Se pretende atender el derecho que todo niño tiene a recibir una educación general, incluso cuando sea necesaria su hospitalización, al mismo tiempo, que encuentra un espacio idóneo dentro del hospital, en el que puede relacionarse con otros niños con los que comparte sus propias experiencias y le ayuda a superar con mayor rapidez los problemas de salud que hasta el hospital le habían llevado.
Estas actuaciones tienen por finalidad dar continuidad a las actividades educativas y potenciar la relación del alumnado hospitalizado o convaleciente en casa con sus centros de referencia como medio de normalización de su situación vital. El Programa de Atención Educativa Domiciliaria se llevará a cabo directamente por la administración educativa o en colaboración con Asociaciones sin fin de lucro, y bajo la coordinación de las Delegaciones Provinciales
Las Unidades de Atención Educativa Hospitalaria creadas por la Consejería de Educación y Cultura, tienen como objetivos generales de sus actuaciones:
- Proporcionar atención educativa al alumnado hospitalizado para asegurar la continuidad del proceso de enseñanza-aprendizaje y evitar el retraso escolar que pudiera derivarse de su situación.
- Continuar, siempre que las condiciones de salud lo permitan, el currículo establecido con carácter general en el nivel correspondiente a cada niño hospitalizado, realizando en caso necesario las oportunas adaptaciones curriculares.
- Facilitar la integración del niño en su nivel de escolarización en el momento en que se produzca el final de su período de hospitalización, afianzando su seguridad y autoconcepto a través del proceso educativo desarrollado en el hospital. Garantizar la continuidad del proceso educativo del alumnado enfermo que tiene una convalecencia prolongada en el hogar, evitando el retraso escolar que pudiera derivarse de su situación.
- Favorecer, a través de un clima de participación e interacción, la integración socio - afectiva de las niñas y niños hospitalizados, evitando que se produzcan procesos de angustia y aislamiento.
- Paliar el retraso escolar en las áreas curriculares ocasionado por la ausencia al centro escolar durante el tiempo de hospitalización a través de la continuidad de las actividades escolares.
- Mostrar una actitud positiva ante la enfermedad y la hospitalización. Utilizar los recursos personales y materiales para evitar el trauma hospitalario.
- Asegurar este proceso mediante la coordinación adecuada entre los distintos profesionales que entran en contacto con el alumno convaleciente: centro docente de referencia, Unidad de Atención Educativa Hospitalaria y Programa de Atención Educativa Domiciliaria.
- Facilitar la integración y comunicación del niño hospitalizado con otros de sus mismas características, para alejarlo del aislamiento que pueda producirle su dolencia.
- Desarrollar su creatividad presentando alternativas pedagógicas que permitan la expresión y liberalización de sus conflictos psicológicos (Síndrome de Hospitalismo).
- Dar un carácter positivo y un contenido formativo a los tiempos libres y de ocio en el hospital.
- Diseñar y desarrollar actividades de carácter formal e informal, que ayuden a mejorar la atención educativa del niño hospitalizado y su estado en el aspecto psico-afectivo.
- Utilizar los medios tecnológicos para favorecer el desarrollo afectivo, social y comunicativo de los alumnos hospitalizados.
- La organización de los servicios de atención integral de estos niños debe responder a los principios defendidos por la escuela : innovadora, orientada al consumidor, cooperativa e integradora de todos los servicios comunitarios que atienden a estos niños en todas sus facetas (hospital, atención domiciliaria escuela y familia)
- Facilitar la incorporación del alumnado enfermo a su centro educativo, una vez transcurrido el período de convalecencia.
- Fomentar la utilización formativa del tiempo libre en el hospital, programando actividades de ocio de carácter recreativo y educativo en coordinación con otros profesionales y asociaciones que desarrollan acciones en el entorno hospitalario
DESTINATARIOS: El alumnado destinatario del Programa de Aulas Hospitalarias está Formado por niños y niñas hospitalizados (ingresados y ambulatorios y/o convalecientes), en edad escolar obligatoria, aunque dependiendo de la disponibilidad de los recursos, la atención educativa se extiende al alumnado de etapas no obligatorias: Atención Temprana, Educación Infantil, Formación Profesional, Bachillerato y Educación Permanente de Adultos.
En esta población cabe distinguir los siguientes grupos:
- Niños de corta hospitalización (menos de 15 días).
- Niños de períodos medios de hospitalización (de 15 días a 1 mes).
- Niños de larga hospitalización (más de 1 mes).
- Niños encamados que no pueden desplazarse al aula.
La población a la que está destinado este programa, comprende la de niños hospitalizados en edad escolar. Excepcionalmente, se acogerá a algún alumno de B.U.P. y F.P, como viene siendo ya norma habitual en los últimos años cuando el interés del alumno así lo requiera.
Estos alumnos recibirán asistencia educativa diaria en el aula, siempre que puedan desplazarse. Partiendo de las especiales circunstancias que han llevado a estos niños al aula hospitalaria y procurando que durante su estancia en ella no se entorpezca su rendimiento escolar, se hará un seguimiento individual de cada uno de ellos, coordinando las actividades y contenidos que su nivel requiera. Por otra parte, se realizarán en mayor medida, si cabe, toda una serie de actividades motivadoras, globalizadoras y creativas, que ayuden al niño hospitalizado a mantener su equilibrio psicológico, así como el de fomentar los deseos de comunicación y relación con los otros niños.
En cuanto a los niños encamados de las diferentes plantas del hospital, reciben asistencia educativa diarias, en las horas fijadas para ello, en su habitación hasta que puedan desplazarse hasta el Aula. Si no pudiesen trabajar por encontrarse físicamente impedidos se les llevará material de lectura u otro material didáctico apropiado a sus necesidades
UBICACIÓN: Las actividades educativas se desarrollan en el Aula Hospitalaria, Salas de Hospitalización y Habitaciones. Atención Educativa personalizada adecuada a la edad y nivel de competencia curricular del los alumnos así como a sus condiciones de salud.
COORDINACIÓN: La coordinación multiprofesional e interinstitucional es imprescindible y fundamental para dar una respuesta de calidad a las necesidades educativas que presentan los alumnos hospitalizados y/o convalecientes.
DOTACIONES: El Programa de Aulas Hospitalarias es beneficiario de dotaciones procedentes de diversos ámbitos Institucionales.
- Viceconsejeria de Educación: Financiación con una dotación económica para gastos de funcionamiento derivada del Plan Anual de Compensación Educativa, y dotaciones de Profesorado y Equipamiento.
- Insalud: Habilitación de espacios suficientes para el funcionamiento de las Unidades Escolares de Apoyo, dotación, mantenimiento, conservación del equipamiento y dotación de profesorado.
- Otras instituciones Donaciones de materiales diversos, derivación de Actividades Formativas y Lúdico Recreativas, así como apoyo con Personal Colaborador.
CARACTERÍSTICAS:
- Globalizadora: Integrando el medio sanitario en el que los niños están viviendo en la programación del aula, dándole una dimensión positiva y sirviéndose del hospital como fuente de recursos educativos y motivacional y dando una dimensión más real a los bloques de contenidos que se programen
- Personalizada: La programación se adaptará a cada niño, adecuándose a su nivel escolar, a sus intereses y a su situación afectiva y de salud, continuando la programación de su aula de origen y desarrollando los ajustes necesarios y las adaptaciones curriculares que sean pertinentes.
- Motivadora: Se utilizarán todos los medios precisos, especialmente, los recursos plásticos e intuitivos, para que el alumno se encuentre dentro de este Aula Hospitalaria lo más cómodo y relajado que sus especiales circunstancias requieren.
- Socializadora: Se desarrollarán una serie de actividades en grupo, encaminadas a fomentar entre los alumnos el deseo de socialización y comunicación que les ayuden en su proceso psíquico-afectivo.
- Participativa: El desarrollo de las programaciones deberá realizarse con la participación dedistintas personas implicadas.
PERSONAS IMPLICADAS
La atención educativa del niño enfermo ha de ser parte integral del programa de tratamiento médico y constituir una labor compartida de los padres, profesores y personal sanitario.
La educación de estos niños es una labor compartida por padres, profesores y médicos y para ello ha de establecerse una buena comunicación entre la familia, la escuela y el centro hospitalario. Esta comunicación empieza en el momento del diagnóstico y, para aquellos niños que sufren secuelas cognitivas como consecuencia de los tratamientos, se mantendrá hasta que finalice su escolarización. Cuanto más pronto se incorpore el niño, o adolescente, enfermo a la escuela, antes recobrará su equilibrio y autoestima perdidos como consecuencia del trauma emocional producido por la enfermedad.
Es necesario una coordinación estrecha entre:
- El papel del hospital: Un programa terapéutico integral incluye la intervención educativa, dirigida por un profesional preparado y con experiencia en el ámbito educativo (el profesor de la escuela hospitalaria) que se integrará en el equipo de tratamiento. Este profesional sirve de puente entre la familia, el hospital y la comunidad educativa, con un profundo conocimiento del currículo, del sistema educativo, y de los programas de educación especial (desarrollados en el aula ordinaria o en el aula de apoyo); asimismo, trabajará con el maestro en el desarrollo del currículo y en la elaboración de las adaptaciones curriculares pertinentes, y con el niño en el aula hospitalaria. La relación con el personal sanitario será, principalmente, de tipo informativo, ya que será a través de ellos como nos informemos de los nuevos alumnos ingresados, así como de los que hayan recibido el alta. Del mismo modo, recogeremos a través de ellos toda la información sobre el estado del nuevo alumno, si procede su asistencia al aula o si, por el contrario, es mas conveniente que se le atienda en su habitación.
Asesorar en los aspectos técnicos de la enfermedad del niño y en sus posibilidades físicas y de salud que aconsejan la atención escolar e informan sobre las posibilidades de actividad y rendimiento del alumno.
- Los médicos: Deben ofrecer a los maestros una información específica relacionada con la situación de cada niño han de valorar cómo la quimioterapia afectará a la asistencia del niño a la escuela y planificar adecuadamente las ausencias del niño a la misma. Cada caso se evaluará en colaboración con la escuela de acuerdo con la evolución de los tratamientos.
La comunicación de los médicos y maestros hospitalarios con los maestros de la escuela de procedencia del niño enfermo puede:
- Proporcionar una información médica actualizada a los maestros a fin de modificar sus ideas, actitudes, mitos y conceptos erróneos.
- Ser una vía para que los maestros analicen sus propios sentimientos y experiencias sobre la enfermedad y no interfieran en la escolarización del niño.
- Darles información sobre el desarrollo de la enfermedad y su tratamiento, sobre las consecuencias sociales, físicas, académicas y emocionales del diagnóstico y del tratamiento, sobre el apoyo necesario en la preparación de los compañeros para el regreso a la clase del niño enfermo, y sobre cómo hacer las adaptaciones curriculares pertinentes.
- El papel de los padres: Las familias de los niños hospitalizados, haciéndoles participar de los procesos de recuperación de su enfermedad y en los procesos educativos La relación con los padres la vamos a encaminada en varias direcciones:
- Como nexo de unión entre el centro de procedencia y el aula hospitalaria.
- Orientativa del nivel de sus hijos, desde el punto de vista afectivo, académico y sanitario.
- Participar en actividades puntuales tanto lúdicas como informativas, organizadas en el aula.
Pueden ser el elemento más estable en el proceso de comunicación con la escuela, y para ello necesitan tener un conocimiento exacto del estado de su hijo y ser apoyados por los profesionales para asumir su responsabilidad en la educación y tratamiento del mismo.
Los educadores deben respetar las diferencias culturales de las familias y, al mismo tiempo, hacer todo lo posible para que los padres den una respuesta satisfactoria a las necesidades de sus hijos.
Un instrumento muy importante para canalizar las preocupaciones y acciones de los padres en el ámbito educativo son las Asociaciones de Padres. Todas estas asociaciones se preocupan por la educación de sus hijos y algunas desarrollan una labor muy activa en este sentido, publicando folletos informativos para padres y maestros y preparando programas y materiales curriculares para las aulas hospitalarias y para las escuelas.
- El papel de los maestros: Una vez que cuentan con la información pertinente, tienen libertad para organizar los apoyos, realizar las adaptaciones curriculares y conseguir la aceptación del niño enfermo por sus compañeros, basándose en una evaluación cuidadosa de los efectos de la enfermedad y de los tratamientos en el funcionamiento académico y cognitivo de los niños. Elaboran programa de vuelta al colegio, cuyos objetivos son: implicar a toda la comunidad escolar en este programa, preparar al grupo clase para aceptar y comprender el nuevo estado de su compañero, proporcionar al niño estrategias de actuación frente al grupo y establecer las adaptaciones curriculares adecuadas a sus necesidades educativas.
Dado que los niños son los que sufren las consecuencias de la enfermedad deben ser integrados en el proceso terapéutico y participar activamente en las decisiones referentes a su vida escolar. Necesitan estar preparados para contestar a las preguntas de sus compañeros de clase, y los adolescentes, especialmente, han de expresar su opinión respecto a cómo se da la información a los profesores y a sus compañeros. desarrollar estrategias que les permitan vencer su miedo a reincorporarse a la escuela.
l Las aulas hospitalarias: Mientras el niño esté hospitalizado, y una vez que su estado físico lo permita, será conveniente iniciar el trabajo escolar en el aula hospitalaria. Estas aulas existen en la mayoría de los hospitales y su objetivo es continuar, en la medida de los posible, el proceso educativo de cada alumno hospitalizado. Para ello es imprescindible la colaboración con los centros de referencia. Los objetivos de las aulas hospitalarias son:
- Favorecer el desarrollo global del niño en todos sus aspectos.
- Evitar la marginación del proceso educativo del niño hospitalizado y paliar el síndrome hospitalario mediante la continuidad de las actividades escolares..
- Evitar el aislamiento social al no poder asistir al centro escolar y posibilitar los procesos de relación y socialización del niño hospitalizado con otros compañeros que estén en la misma situación que él.
- Compensar o rehabilitar las posibles deficiencias (secuelas neurológicas).
- Desarrollar programas escolares en colaboración con la escuela.
- Relajar y disminuir el estrés a través de actividades lúdico-recretativas.
- Distraer y animar al niño.
- Facilitar la integración escolar tras el largo periodo de ausencia del centro escolar.
B. ATENCIÓN SOCIOEDUCATIVA DOMICILIARIA:
Todos los niños y niñas tienen derecho a la educación. Sin embargo, la enfermedad les aparta a veces de las aulas. Por eso alguna ONGs han diseñado programas para ofrecer una atención socioeducativa domiciliaria a niños y niñas que sufren alguna dolencia y no pueden ir regularmente al colegio o necesitan apoyo por sus circunstancias sociales.
Hasta ahora, la atención educativa del alumnado que, por razones derivadas de su estado de salud, debe permanecer convaleciente en el domicilio y no puede asistir regularmente al centro ordinario en el que está escolarizado, ha estado condicionada a la disponibilidad de recursos personales, insuficientes medios de movilidad para que el traslado de un hogar a otro y la poca receptividad de las familias para aceptar lo que considera una intromisión.
En la gran mayoría de las ocasiones, la falta de recursos ha hecho necesario abordar la atención educativa domiciliaria a través de convenios y subvenciones a ONGs y asociaciones.
Por ejemplo Save the Children desarrolla este programa totalmente gratuito para los beneficiarios, desde 1995, conjuntamente con UNICEF y la colaboración del Ministerio de Educación y Cultura y de Trabajo y Asuntos Sociales. Su objetivo mejorar la calidad de vida de estos niños y niñas y evitar que pierdan su ritmo de aprendizaje o sufran fracaso escolar.
Voluntarios acuden al domicilio de los menores para impartir clases, ayudar a los alumnos para que recuperen o desarrollen hábitos de estudio y apoyar los con juegos y ejercicios.
Save the Children recibe demandas de familias, aulas hospitalarias, servicios sociales, colegios y otras instituciones. Se estudian las necesidades de cada niño o niña y se valora los aspectos educativos, sociales, psicológicos y médicos. Se realiza así una atención individualizada y personalizada.
La atención domiciliaria se realiza en coordinación con el maestro o maestra tutor del centro de referencia, donde el alumnado está matriculado, para facilitar la integración posterior o la escolarización parcial (durante los períodos en los que el alumno pueda asistir) y la organización de las enseñanzas con el referente del currículo ordinario y su grupo de referencia.
Los objetivos de este programa:
- Normalizar y mejorar su calidad de vida durante períodos de tiempo más o menos largos que pueden provocar retrasos en la adquisición de conocimientos, destrezas y habilidades, baja autoestima y fracaso escolar.
- Garantizar la continuidad del proceso educativo del alumnado enfermo que tiene una convalecencia prolongada en el hogar, evitando el retraso escolar que pudiera derivarse de su situación.
- Asegurar la continuidad del proceso de enseñanza-aprendizaje, mediante una coordinación adecuada entre los distintos profesionales que entran en contacto con el alumno convaleciente: centro docente, unidades escolares de apoyo en instituciones hospitalarias y servicio de apoyo domiciliario.
- Facilitar la incorporación del alumnado enfermo a su centro educativo, una vez transcurrido el período de convalecencia.
Save the Children, a través de sus voluntarios, ofrece actividades educativas que favorecen la integración de estos niños y niñas en su comunidad para garantizar su bienestar integral. En todos los casos se coordina el trabajo con instituciones públicas y con el profesor o tutor de los colegios. Además mantienen un seguimiento continuado de cada caso y se organizan actividades de ocio y tiempo libre para los niños atendidos y sus familiares a lo largo del año.
Destinatarios:
Con carácter general, el alumnado convaleciente continuará escolarizado, a todos los efectos, en el centro educativo correspondiente. Excepcionalmente el alumnado de las etapas obligatorias podrá matricularse en la modalidad a distancia, previo informe del Servicio de Inspección de Educación y autorización de la Dirección General de Promoción Educativa.
Podrá beneficiarse de este servicio el alumnado escolarizado en Educación Primaria y Educación Secundaria Obligatoria, que por prescripción facultativa no pueda asistir a su colegio o instituto, siempre que el período de convalecencia sea superior a 30 días. Con carácter excepcional y siempre que los recursos lo permitan, podrá ser atendido el alumnado que curse etapas no obligatorias.
Las funciones del profesor:
Con carácter general se establece una adaptación a las necesidades de los alumnos. Las funciones del profesorado:
- Atención educativa personalizada, adecuada a la edad y al nivel escolar del alumno teniendo en cuenta su estado de salud.
- Elaboración y desarrollo de la programación individual adaptada, teniendo como referente la del curso del alumno convaleciente, que será proporcionada por su tutor.
- Desarrollo del apoyo educativo de atención directa con el niño o niña convaleciente
- Comunicación con los centros de procedencia de los niños y niñas convalecientes, especialmente con los tutores, solicitando información sobre la programación del nivel en que está escolarizado el alumno.
- Coordinación con los maestros de las Unidades Escolares de Apoyo en Instituciones Hospitalarias, en aquellos casos en que el alumno tenga ingresos intermitentes.
- Asesoramiento a las familias de los niños y niñas convalecientes sobre el proceso educativo de sus hijos, facilitándoles información e implicándola para que puedan colaborar en la medida de sus posibilidades.
- Preparación de la vuelta del alumno a su centro, cuando el médico certifique que puede asistir; para ello contactará con el centro, informándole de la situación en la que se encuentra el alumno, y colaborando en la elaboración de un plan de acogida
- Una vez finalizado el período de convalecencia, se enviará al centro un informe en el que se registre el proceso que ha llevado a cabo el alumno durante el período de convalecencia. Este informe será conjunto con las Unidades de Apoyo en Instituciones Hospitalarias cuando el niño tenga ingresos intermitentes.
- Cuando un alumno se incorpore a su centro de referencia, será éste el encargado de su atención.
Todos los niños y niñas tienen derecho a la educación. Sin embargo, la enfermedad les aparta a veces de las aulas A lo largo del curso escolar son numerosos los niños que por una u otra causa, sufren diversos trastornos físicos, enfermedades, roturas, operaciones, etc., por lo que deben ser ingresados en un hospital. Estos períodos de hospitalización, que normalmente, le impedirían un normal desarrollo del curso escolar pudiendo, incluso, si su convalecencia es muy larga, provocar graves retrasos escolares, hoy en día se puede corregir gracias a las Aulas Hospitalarias, centros de enseñanza que el Ministerio de Educación y Ciencia ha puesto a disposición de los niños enfermos en diferentes hospitales de España, Se pretende mejorar la calidad de vida de estos niños y niñas y evitar que pierdan su ritmo de aprendizaje o sufran fracaso escolar.
Los niños hospitalizados tienen derecho a proseguir su formación escolar durante su permanencia en el hospital, y a beneficiarse de las enseñanzas de los maestros y del material didáctico que las autoridades escolares pongan a su disposición, en particular en el caso de una hospitalización prolongada.
LA EDUCACIÓN ESPECIAL
La educación especial es un continuo de prestaciones educativas, constituido por un conjunto de servicios, técnicas, estrategias, conocimientos y recursos pedagógicos, destinados a asegurar un proceso educativo integral, flexible y dinámico a personas con necesidades educativas especiales, temporales o permanentes, Las necesidades educativas especiales son aquellas experimentadas por personas que requieren ayudas o recursos que no están habitualmente disponibles en su contexto educativo.
En nuestro país, para atender las necesidades educativas especiales de los niños hospitalizados, existen escuelas hospitalarias que funcionan con una estructura organizacional similar a las escuelas comunes: niños que permanecen internados y que pueden asistir a clase, dentro de las prescripciones médicas que así lo permiten.
La Educación Especial tiene las siguientes funciones:
- Proveer a los alumnos, con necesidades educativas especiales, las prestaciones necesarias para hacerles posible el acceso al currículum, contribuyendo a que logren el máximo de su desarrollo personal y social; Implementar estrategias para la detección y atención temprana de niños con alteraciones del desarrollo o dificultades del aprendizaje, con el fin de intervenir lo antes posible.
- Promover y sostener estrategias de integración y participación de las personas con necesidades educativas especiales en los ámbitos educativo, social y laboral.
- Extender estos recursos y apoyos a todos los sectores de la comunidad educativa, a fin de mejorar la calidad de la oferta pedagógica.
- Propiciar la participación activa de los padres, quienes estarán involucrados y compartirán el compromiso por las acciones previstas en el proyecto educativo de sus hijos.
PROGRAMAS DE COMPENSACIÓN EDUCATIVA
Los Programas de compensación educativa dirigidos al alumnado no escolarizado en centros están dirigidos a la población escolar que por diversos motivos, no puede asistir regularmente a los centros educativos ordinarios. La educación permanente, con su papel esencial en el desarrollo de los individuos y de la sociedad, significa un avance en la lucha contra la discriminación y la desigualdad. La Ley Orgánica 1/1990, de 3 de Octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE), establece la educación permanente como principio básico de nuestro sistema educativo, proporcionando mecanismos de prevención y de compensación social y educativa. Pero el marco legal, con ser indispensable, no es suficiente por sí solo: favorecer la permanencia y promoción de los alumnos en el sistema educativo exige actuaciones de compensación educativa.
ORDEN de 25 de junio de 2001, del Departamento de Educación y Ciencia, por la que se establecen medidas de Intervención Educativa para el alumnado con necesidades educativas especiales que se encuentre en situaciones personales sociales o culturales desfavorecidas o que manifieste dificultades graves de adaptación escolar. El objetivo fundamental de la educación es el de proporcionar a los niños y a los jóvenes de uno y otro sexo, la formación plena que les permita conformar su propia personalidad en una sociedad diversa, libre, tolerante y solidaria.
Por otra parte, la Ley Orgánica 9/1995, de 20 de noviembre, de la Participación y Gobierno de los Centros Docentes ha definido la población escolar con necesidades educativas especiales refiriéndose, de una parte, a los alumnos con necesidades derivadas de discapacidad, y de otra, a las derivadas de trastornos graves de conducta y aquellas necesidades asociadas a situaciones sociales y culturales desfavorecidas.
Ámbito de aplicación: Garantizar la adecuación de las actuaciones de compensación educativa dirigidas a prevenir y compensar las desigualdades de acceso, permanencia y promoción en el sistema educativo de todo el alumnado en situación de desventaja prevenir las causas que generan necesidades educativas específicas, fomentando la intervención desde los entornos más normalizados y con los medios ordinarios de que dispone el sistema educativo .
Destinatarios: Los destinatarios de estas medidas de acción educativa compensadora son aquellos alumnos que requieran determinados apoyos o intervenciones educativas específicas
Objetivos:
-Desarrollo de acciones educativas que potencien la superación de desigualdades en la educación.
- Facilitar la igualdad de oportunidades de acceso, permanencia y promoción de todos los alumnos a la educación.
- Ofrecer al alumnado en situación social o cultural desfavorecida o que presente graves dificultades de adaptación escolar, una respuesta educativa adecuada y de calidad que le facilite alcanzar los objetivos de la enseñanza obligatoria en el entorno escolar ordinario, de forma que este alumnado pueda integrarse en una sociedad compleja.
Actuaciones generales:
En la educación infantil y en las etapas educativas obligatorias la administración facilitara la adecuación de la respuesta al alumnado con necesidades educativas especiales debidas a situaciones sociales o culturales desfavorecidas o a problemas graves de adaptación escolar.
Para ello desarrollará las siguientes actuaciones:
- Acceso, permanencia y promoción del alumno en el sistema educativo. Fomentar la escolarización temprana de estos alumnos.
- Compensación educativa dirigidas al alumno que por razones de hospitalización o convalecencia prolongada en su domicilio no puede asistir a su centro educativo.
- Adaptaciones curriculares realizadas por el profesor tutor en colaboración con el profesorado de apoyo y con el asesoramiento del equipo de orientación educativa y psicopedagógica.
- Diseño de actividades que potencien el desarrollo de sus capacidades básicas fomentando la metodología cooperativa y activa.
- Adecuación de horarios a las necesidades del alumnado en actividades lectivas y complementarias.
- Acción tutorial de seguimiento individualizado de los alumnos, acercamiento de las familias al centro y desarrollo de programas familia-escuela.
- Actuaciones dirigidas al alumnado hospitalizado o convaleciente en su domicilio durante un periodo prolongado.
Hospitalizado:
- Los alumnos que padecen enfermedades o lesiones traumáticas, obligados a periodos de hospitalización o convalecencia prolongados, se encuentran en situación de desventaja con respecto a los demás. Para una adecuada atención a este alumnado, se ofertan las Unidades.
Escolares de Apoyo en Instituciones Hospitalarias y los Programas de Atención Educativa Domiciliaria.
- Los alumnos hospitalizados o en atención domiciliaria mantendrán su escolarización a efectos de evaluación y promoción, en sus respectivos centros ordinarios. Por esta razón, para garantizar la continuidad del proceso educativo, el profesorado de estas unidades se coordinara con el centro ordinario correspondiente para lograr un continuo en el proceso educativo.
Atención domiciliaria:
La atención domiciliaria se llevará a cabo por el profesorado itinerante necesario para desarrollar la intervención educativa.
Evaluación:
Los alumnos de compensación educativa serán evaluados tomándose como referencia los criterios fijados en las adaptaciones curriculares, reflejándose los resultados de los resultados de la misma en el expediente personal del alumno.
Modalidades de compensación:
Las actuaciones educativas institucionalmente establecidas para la atención a este alumnado son las Unidades de Atención Educativa Hospitalaria y la Atención Educativa Domiciliaria.
- Programas de Aulas Hospitalarias: Son unidades escolares de apoyo en Instituciones Hospitalarias para garantizar la continuidad del proceso educativo del alumnado hospitalizado. Aulas hospitalarias es un Proyecto de Compensación educativa con una amplia trayectoria en nuestra Comunidad Autónoma. Pretende dar respuesta a las necesidades educativas especiales que presentan niños, jóvenes e incluso adultos que por razón de accidente o enfermedad se ven obligados a períodos de hospitalización y convalecencia prolongados: su proceso de enseñanza aprendizaje se ve dificultado y se encuentran en una situación de desventaja que sólo puede ser paliada con medidas de apoyo inter-multiprofesional que serán útiles, además, para reducir la ansiedad que la enfermedad les provoca.
- Atención socioeducativa domiciliaria: Los profesionales de la medicina se desplazan a los domicilios de los niños para proporcionarles el tratamiento adecuado. Esto supone que la estancia del niño en el hospital va a ser menor, pero tendrá que permanecer más en casa sin poder asistir a la escuela debido a los efectos de los tratamientos. La atención educativa debe correr pareja a la asistencia médica, por lo que el niño necesitará que un maestro se desplace a su hogar para continuar en la medida de lo posible su currículo escolar, en colaboración con el maestro del aula hospitalaria y con el centro educativo de referencia.
Se desarrolla por maestros de asociaciones de voluntariado (Real Decreto 299/1.996, de 28 de febrero, de Ordenación de las acciones dirigidas a la compensación de las desigualdades en educación). Suscriben convenios con las diferentes administraciones educativas.
La familia, en el caso de atención domiciliaria, se comprometerá a respetar el horario establecido por el profesorado y a facilitar las condiciones idóneas para su realización, asegurando la presencia de una persona mayor de edad durante el tiempo que el profesorado atienda al alumno
ACTUACIONES EDUCATIVAS
A. PROGRAMAS DE AULAS HOSPITALARIAS
La estancia para un niño en un hospital supone: enfermedad física, disgusto, malestar y con frecuencia miedo y dolor. Tiene que someterse a un cambio en sus actividades y rutinas diarias, los que están en edad escolar además pierden sus actividades escolares. En este contexto, el Aula Hospitalaria representa un lugar seguro y normalizador para el niño, que además de la función docente, tiene un significado relacional ocupacional e integrador.
Se pretende atender el derecho que todo niño tiene a recibir una educación general, incluso cuando sea necesaria su hospitalización, al mismo tiempo, que encuentra un espacio idóneo dentro del hospital, en el que puede relacionarse con otros niños con los que comparte sus propias experiencias y le ayuda a superar con mayor rapidez los problemas de salud que hasta el hospital le habían llevado.
Estas actuaciones tienen por finalidad dar continuidad a las actividades educativas y potenciar la relación del alumnado hospitalizado o convaleciente en casa con sus centros de referencia como medio de normalización de su situación vital. El Programa de Atención Educativa Domiciliaria se llevará a cabo directamente por la administración educativa o en colaboración con Asociaciones sin fin de lucro, y bajo la coordinación de las Delegaciones Provinciales
Las Unidades de Atención Educativa Hospitalaria creadas por la Consejería de Educación y Cultura, tienen como objetivos generales de sus actuaciones:
- Proporcionar atención educativa al alumnado hospitalizado para asegurar la continuidad del proceso de enseñanza-aprendizaje y evitar el retraso escolar que pudiera derivarse de su situación.
- Continuar, siempre que las condiciones de salud lo permitan, el currículo establecido con carácter general en el nivel correspondiente a cada niño hospitalizado, realizando en caso necesario las oportunas adaptaciones curriculares.
- Facilitar la integración del niño en su nivel de escolarización en el momento en que se produzca el final de su período de hospitalización, afianzando su seguridad y autoconcepto a través del proceso educativo desarrollado en el hospital. Garantizar la continuidad del proceso educativo del alumnado enfermo que tiene una convalecencia prolongada en el hogar, evitando el retraso escolar que pudiera derivarse de su situación.
- Favorecer, a través de un clima de participación e interacción, la integración socio - afectiva de las niñas y niños hospitalizados, evitando que se produzcan procesos de angustia y aislamiento.
- Paliar el retraso escolar en las áreas curriculares ocasionado por la ausencia al centro escolar durante el tiempo de hospitalización a través de la continuidad de las actividades escolares.
- Mostrar una actitud positiva ante la enfermedad y la hospitalización. Utilizar los recursos personales y materiales para evitar el trauma hospitalario.
- Asegurar este proceso mediante la coordinación adecuada entre los distintos profesionales que entran en contacto con el alumno convaleciente: centro docente de referencia, Unidad de Atención Educativa Hospitalaria y Programa de Atención Educativa Domiciliaria.
- Facilitar la integración y comunicación del niño hospitalizado con otros de sus mismas características, para alejarlo del aislamiento que pueda producirle su dolencia.
- Desarrollar su creatividad presentando alternativas pedagógicas que permitan la expresión y liberalización de sus conflictos psicológicos (Síndrome de Hospitalismo).
- Dar un carácter positivo y un contenido formativo a los tiempos libres y de ocio en el hospital.
- Diseñar y desarrollar actividades de carácter formal e informal, que ayuden a mejorar la atención educativa del niño hospitalizado y su estado en el aspecto psico-afectivo.
- Utilizar los medios tecnológicos para favorecer el desarrollo afectivo, social y comunicativo de los alumnos hospitalizados.
- La organización de los servicios de atención integral de estos niños debe responder a los principios defendidos por la escuela : innovadora, orientada al consumidor, cooperativa e integradora de todos los servicios comunitarios que atienden a estos niños en todas sus facetas (hospital, atención domiciliaria escuela y familia)
- Facilitar la incorporación del alumnado enfermo a su centro educativo, una vez transcurrido el período de convalecencia.
- Fomentar la utilización formativa del tiempo libre en el hospital, programando actividades de ocio de carácter recreativo y educativo en coordinación con otros profesionales y asociaciones que desarrollan acciones en el entorno hospitalario
DESTINATARIOS: El alumnado destinatario del Programa de Aulas Hospitalarias está Formado por niños y niñas hospitalizados (ingresados y ambulatorios y/o convalecientes), en edad escolar obligatoria, aunque dependiendo de la disponibilidad de los recursos, la atención educativa se extiende al alumnado de etapas no obligatorias: Atención Temprana, Educación Infantil, Formación Profesional, Bachillerato y Educación Permanente de Adultos.
En esta población cabe distinguir los siguientes grupos:
- Niños de corta hospitalización (menos de 15 días).
- Niños de períodos medios de hospitalización (de 15 días a 1 mes).
- Niños de larga hospitalización (más de 1 mes).
- Niños encamados que no pueden desplazarse al aula.
La población a la que está destinado este programa, comprende la de niños hospitalizados en edad escolar. Excepcionalmente, se acogerá a algún alumno de B.U.P. y F.P, como viene siendo ya norma habitual en los últimos años cuando el interés del alumno así lo requiera.
Estos alumnos recibirán asistencia educativa diaria en el aula, siempre que puedan desplazarse. Partiendo de las especiales circunstancias que han llevado a estos niños al aula hospitalaria y procurando que durante su estancia en ella no se entorpezca su rendimiento escolar, se hará un seguimiento individual de cada uno de ellos, coordinando las actividades y contenidos que su nivel requiera. Por otra parte, se realizarán en mayor medida, si cabe, toda una serie de actividades motivadoras, globalizadoras y creativas, que ayuden al niño hospitalizado a mantener su equilibrio psicológico, así como el de fomentar los deseos de comunicación y relación con los otros niños.
En cuanto a los niños encamados de las diferentes plantas del hospital, reciben asistencia educativa diarias, en las horas fijadas para ello, en su habitación hasta que puedan desplazarse hasta el Aula. Si no pudiesen trabajar por encontrarse físicamente impedidos se les llevará material de lectura u otro material didáctico apropiado a sus necesidades
UBICACIÓN: Las actividades educativas se desarrollan en el Aula Hospitalaria, Salas de Hospitalización y Habitaciones. Atención Educativa personalizada adecuada a la edad y nivel de competencia curricular del los alumnos así como a sus condiciones de salud.
COORDINACIÓN: La coordinación multiprofesional e interinstitucional es imprescindible y fundamental para dar una respuesta de calidad a las necesidades educativas que presentan los alumnos hospitalizados y/o convalecientes.
DOTACIONES: El Programa de Aulas Hospitalarias es beneficiario de dotaciones procedentes de diversos ámbitos Institucionales.
- Viceconsejeria de Educación: Financiación con una dotación económica para gastos de funcionamiento derivada del Plan Anual de Compensación Educativa, y dotaciones de Profesorado y Equipamiento.
- Insalud: Habilitación de espacios suficientes para el funcionamiento de las Unidades Escolares de Apoyo, dotación, mantenimiento, conservación del equipamiento y dotación de profesorado.
- Otras instituciones Donaciones de materiales diversos, derivación de Actividades Formativas y Lúdico Recreativas, así como apoyo con Personal Colaborador.
CARACTERÍSTICAS:
- Globalizadora: Integrando el medio sanitario en el que los niños están viviendo en la programación del aula, dándole una dimensión positiva y sirviéndose del hospital como fuente de recursos educativos y motivacional y dando una dimensión más real a los bloques de contenidos que se programen
- Personalizada: La programación se adaptará a cada niño, adecuándose a su nivel escolar, a sus intereses y a su situación afectiva y de salud, continuando la programación de su aula de origen y desarrollando los ajustes necesarios y las adaptaciones curriculares que sean pertinentes.
- Motivadora: Se utilizarán todos los medios precisos, especialmente, los recursos plásticos e intuitivos, para que el alumno se encuentre dentro de este Aula Hospitalaria lo más cómodo y relajado que sus especiales circunstancias requieren.
- Socializadora: Se desarrollarán una serie de actividades en grupo, encaminadas a fomentar entre los alumnos el deseo de socialización y comunicación que les ayuden en su proceso psíquico-afectivo.
- Participativa: El desarrollo de las programaciones deberá realizarse con la participación dedistintas personas implicadas.
PERSONAS IMPLICADAS
La atención educativa del niño enfermo ha de ser parte integral del programa de tratamiento médico y constituir una labor compartida de los padres, profesores y personal sanitario.
La educación de estos niños es una labor compartida por padres, profesores y médicos y para ello ha de establecerse una buena comunicación entre la familia, la escuela y el centro hospitalario. Esta comunicación empieza en el momento del diagnóstico y, para aquellos niños que sufren secuelas cognitivas como consecuencia de los tratamientos, se mantendrá hasta que finalice su escolarización. Cuanto más pronto se incorpore el niño, o adolescente, enfermo a la escuela, antes recobrará su equilibrio y autoestima perdidos como consecuencia del trauma emocional producido por la enfermedad.
Es necesario una coordinación estrecha entre:
- El papel del hospital: Un programa terapéutico integral incluye la intervención educativa, dirigida por un profesional preparado y con experiencia en el ámbito educativo (el profesor de la escuela hospitalaria) que se integrará en el equipo de tratamiento. Este profesional sirve de puente entre la familia, el hospital y la comunidad educativa, con un profundo conocimiento del currículo, del sistema educativo, y de los programas de educación especial (desarrollados en el aula ordinaria o en el aula de apoyo); asimismo, trabajará con el maestro en el desarrollo del currículo y en la elaboración de las adaptaciones curriculares pertinentes, y con el niño en el aula hospitalaria. La relación con el personal sanitario será, principalmente, de tipo informativo, ya que será a través de ellos como nos informemos de los nuevos alumnos ingresados, así como de los que hayan recibido el alta. Del mismo modo, recogeremos a través de ellos toda la información sobre el estado del nuevo alumno, si procede su asistencia al aula o si, por el contrario, es mas conveniente que se le atienda en su habitación.
Asesorar en los aspectos técnicos de la enfermedad del niño y en sus posibilidades físicas y de salud que aconsejan la atención escolar e informan sobre las posibilidades de actividad y rendimiento del alumno.
- Los médicos: Deben ofrecer a los maestros una información específica relacionada con la situación de cada niño han de valorar cómo la quimioterapia afectará a la asistencia del niño a la escuela y planificar adecuadamente las ausencias del niño a la misma. Cada caso se evaluará en colaboración con la escuela de acuerdo con la evolución de los tratamientos.
La comunicación de los médicos y maestros hospitalarios con los maestros de la escuela de procedencia del niño enfermo puede:
- Proporcionar una información médica actualizada a los maestros a fin de modificar sus ideas, actitudes, mitos y conceptos erróneos.
- Ser una vía para que los maestros analicen sus propios sentimientos y experiencias sobre la enfermedad y no interfieran en la escolarización del niño.
- Darles información sobre el desarrollo de la enfermedad y su tratamiento, sobre las consecuencias sociales, físicas, académicas y emocionales del diagnóstico y del tratamiento, sobre el apoyo necesario en la preparación de los compañeros para el regreso a la clase del niño enfermo, y sobre cómo hacer las adaptaciones curriculares pertinentes.
- El papel de los padres: Las familias de los niños hospitalizados, haciéndoles participar de los procesos de recuperación de su enfermedad y en los procesos educativos La relación con los padres la vamos a encaminada en varias direcciones:
- Como nexo de unión entre el centro de procedencia y el aula hospitalaria.
- Orientativa del nivel de sus hijos, desde el punto de vista afectivo, académico y sanitario.
- Participar en actividades puntuales tanto lúdicas como informativas, organizadas en el aula.
Pueden ser el elemento más estable en el proceso de comunicación con la escuela, y para ello necesitan tener un conocimiento exacto del estado de su hijo y ser apoyados por los profesionales para asumir su responsabilidad en la educación y tratamiento del mismo.
Los educadores deben respetar las diferencias culturales de las familias y, al mismo tiempo, hacer todo lo posible para que los padres den una respuesta satisfactoria a las necesidades de sus hijos.
Un instrumento muy importante para canalizar las preocupaciones y acciones de los padres en el ámbito educativo son las Asociaciones de Padres. Todas estas asociaciones se preocupan por la educación de sus hijos y algunas desarrollan una labor muy activa en este sentido, publicando folletos informativos para padres y maestros y preparando programas y materiales curriculares para las aulas hospitalarias y para las escuelas.
- El papel de los maestros: Una vez que cuentan con la información pertinente, tienen libertad para organizar los apoyos, realizar las adaptaciones curriculares y conseguir la aceptación del niño enfermo por sus compañeros, basándose en una evaluación cuidadosa de los efectos de la enfermedad y de los tratamientos en el funcionamiento académico y cognitivo de los niños. Elaboran programa de vuelta al colegio, cuyos objetivos son: implicar a toda la comunidad escolar en este programa, preparar al grupo clase para aceptar y comprender el nuevo estado de su compañero, proporcionar al niño estrategias de actuación frente al grupo y establecer las adaptaciones curriculares adecuadas a sus necesidades educativas.
Dado que los niños son los que sufren las consecuencias de la enfermedad deben ser integrados en el proceso terapéutico y participar activamente en las decisiones referentes a su vida escolar. Necesitan estar preparados para contestar a las preguntas de sus compañeros de clase, y los adolescentes, especialmente, han de expresar su opinión respecto a cómo se da la información a los profesores y a sus compañeros. desarrollar estrategias que les permitan vencer su miedo a reincorporarse a la escuela.
l Las aulas hospitalarias: Mientras el niño esté hospitalizado, y una vez que su estado físico lo permita, será conveniente iniciar el trabajo escolar en el aula hospitalaria. Estas aulas existen en la mayoría de los hospitales y su objetivo es continuar, en la medida de los posible, el proceso educativo de cada alumno hospitalizado. Para ello es imprescindible la colaboración con los centros de referencia. Los objetivos de las aulas hospitalarias son:
- Favorecer el desarrollo global del niño en todos sus aspectos.
- Evitar la marginación del proceso educativo del niño hospitalizado y paliar el síndrome hospitalario mediante la continuidad de las actividades escolares..
- Evitar el aislamiento social al no poder asistir al centro escolar y posibilitar los procesos de relación y socialización del niño hospitalizado con otros compañeros que estén en la misma situación que él.
- Compensar o rehabilitar las posibles deficiencias (secuelas neurológicas).
- Desarrollar programas escolares en colaboración con la escuela.
- Relajar y disminuir el estrés a través de actividades lúdico-recretativas.
- Distraer y animar al niño.
- Facilitar la integración escolar tras el largo periodo de ausencia del centro escolar.
B. ATENCIÓN SOCIOEDUCATIVA DOMICILIARIA:
Todos los niños y niñas tienen derecho a la educación. Sin embargo, la enfermedad les aparta a veces de las aulas. Por eso alguna ONGs han diseñado programas para ofrecer una atención socioeducativa domiciliaria a niños y niñas que sufren alguna dolencia y no pueden ir regularmente al colegio o necesitan apoyo por sus circunstancias sociales.
Hasta ahora, la atención educativa del alumnado que, por razones derivadas de su estado de salud, debe permanecer convaleciente en el domicilio y no puede asistir regularmente al centro ordinario en el que está escolarizado, ha estado condicionada a la disponibilidad de recursos personales, insuficientes medios de movilidad para que el traslado de un hogar a otro y la poca receptividad de las familias para aceptar lo que considera una intromisión.
En la gran mayoría de las ocasiones, la falta de recursos ha hecho necesario abordar la atención educativa domiciliaria a través de convenios y subvenciones a ONGs y asociaciones.
Por ejemplo Save the Children desarrolla este programa totalmente gratuito para los beneficiarios, desde 1995, conjuntamente con UNICEF y la colaboración del Ministerio de Educación y Cultura y de Trabajo y Asuntos Sociales. Su objetivo mejorar la calidad de vida de estos niños y niñas y evitar que pierdan su ritmo de aprendizaje o sufran fracaso escolar.
Voluntarios acuden al domicilio de los menores para impartir clases, ayudar a los alumnos para que recuperen o desarrollen hábitos de estudio y apoyar los con juegos y ejercicios.
Save the Children recibe demandas de familias, aulas hospitalarias, servicios sociales, colegios y otras instituciones. Se estudian las necesidades de cada niño o niña y se valora los aspectos educativos, sociales, psicológicos y médicos. Se realiza así una atención individualizada y personalizada.
La atención domiciliaria se realiza en coordinación con el maestro o maestra tutor del centro de referencia, donde el alumnado está matriculado, para facilitar la integración posterior o la escolarización parcial (durante los períodos en los que el alumno pueda asistir) y la organización de las enseñanzas con el referente del currículo ordinario y su grupo de referencia.
Los objetivos de este programa:
- Normalizar y mejorar su calidad de vida durante períodos de tiempo más o menos largos que pueden provocar retrasos en la adquisición de conocimientos, destrezas y habilidades, baja autoestima y fracaso escolar.
- Garantizar la continuidad del proceso educativo del alumnado enfermo que tiene una convalecencia prolongada en el hogar, evitando el retraso escolar que pudiera derivarse de su situación.
- Asegurar la continuidad del proceso de enseñanza-aprendizaje, mediante una coordinación adecuada entre los distintos profesionales que entran en contacto con el alumno convaleciente: centro docente, unidades escolares de apoyo en instituciones hospitalarias y servicio de apoyo domiciliario.
- Facilitar la incorporación del alumnado enfermo a su centro educativo, una vez transcurrido el período de convalecencia.
Save the Children, a través de sus voluntarios, ofrece actividades educativas que favorecen la integración de estos niños y niñas en su comunidad para garantizar su bienestar integral. En todos los casos se coordina el trabajo con instituciones públicas y con el profesor o tutor de los colegios. Además mantienen un seguimiento continuado de cada caso y se organizan actividades de ocio y tiempo libre para los niños atendidos y sus familiares a lo largo del año.
Destinatarios:
Con carácter general, el alumnado convaleciente continuará escolarizado, a todos los efectos, en el centro educativo correspondiente. Excepcionalmente el alumnado de las etapas obligatorias podrá matricularse en la modalidad a distancia, previo informe del Servicio de Inspección de Educación y autorización de la Dirección General de Promoción Educativa.
Podrá beneficiarse de este servicio el alumnado escolarizado en Educación Primaria y Educación Secundaria Obligatoria, que por prescripción facultativa no pueda asistir a su colegio o instituto, siempre que el período de convalecencia sea superior a 30 días. Con carácter excepcional y siempre que los recursos lo permitan, podrá ser atendido el alumnado que curse etapas no obligatorias.
Las funciones del profesor:
Con carácter general se establece una adaptación a las necesidades de los alumnos. Las funciones del profesorado:
- Atención educativa personalizada, adecuada a la edad y al nivel escolar del alumno teniendo en cuenta su estado de salud.
- Elaboración y desarrollo de la programación individual adaptada, teniendo como referente la del curso del alumno convaleciente, que será proporcionada por su tutor.
- Desarrollo del apoyo educativo de atención directa con el niño o niña convaleciente
- Comunicación con los centros de procedencia de los niños y niñas convalecientes, especialmente con los tutores, solicitando información sobre la programación del nivel en que está escolarizado el alumno.
- Coordinación con los maestros de las Unidades Escolares de Apoyo en Instituciones Hospitalarias, en aquellos casos en que el alumno tenga ingresos intermitentes.
- Asesoramiento a las familias de los niños y niñas convalecientes sobre el proceso educativo de sus hijos, facilitándoles información e implicándola para que puedan colaborar en la medida de sus posibilidades.
- Preparación de la vuelta del alumno a su centro, cuando el médico certifique que puede asistir; para ello contactará con el centro, informándole de la situación en la que se encuentra el alumno, y colaborando en la elaboración de un plan de acogida
- Una vez finalizado el período de convalecencia, se enviará al centro un informe en el que se registre el proceso que ha llevado a cabo el alumno durante el período de convalecencia. Este informe será conjunto con las Unidades de Apoyo en Instituciones Hospitalarias cuando el niño tenga ingresos intermitentes.
- Cuando un alumno se incorpore a su centro de referencia, será éste el encargado de su atención.
sábado, 11 de diciembre de 2010
Delincuencia juvenil
Definir lo que constituye la delincuencia juvenil resulta ciertamente problemático. Mientras en algunos países la delincuencia juvenil es una calificación que se obtiene de aplicar definiciones del Código Penal cuando esas infracciones son cometidas por menores de edad; en otros, la delincuencia juvenil incluye una gran variedad de actos en adición a los que se encuentran enumerados en sus leyes de fondo. De tal suerte, las figuras estadísticas de ciertos países se encuentran artificialmente abultadas en lo que respecta a la delincuencia juvenil, mientras que en otros no reflejan esas figuras, sino un limitado número de conductas desviadas.
La cuestión sobre el concepto de delincuencia juvenil nos obliga, ante todo, a esclarecer dos conceptos: delincuencia y juvenil.
Siempre se ha considerado que la delincuencia es un fenómeno específico y agudo de desviación e inadaptación. En este sentido, se ha dicho que «delincuencia es la conducta resultante del fracaso del individuo en adaptarse a las demandas de la sociedad en que vive», definición que realmente significa todo y nada, en cuanto cabe preguntarse si se refiere a todas las demandas o a unas cuantas, y a cuáles, y si realmente puede esperarse que toda persona, sea menor o adulta, se adapte sin más a las demandas de una sociedad determinada.
Pese a que por influjo de la escuela clásica del Derecho penal y el positivismo psicobiológico, ha sido frecuente considerar el fenómeno de la delincuencia como una realidad exclusivamente individual; sin embargo, actualmente la mayoría de los criminólogos afirman que la delincuencia es un fenómeno estrechamente vinculado a cada tipo de sociedad y es un reflejo de las principales características de la misma, por lo que si se quiere comprender el fenómeno de la delincuencia resulta imprescindible conocer los fundamentos básicos de cada clase de sociedad, con sus funciones y disfunciones.
Teniendo en cuenta lo que hemos expuesto, podemos citar a Herrero Herrero, quien define la delincuencia como el fenómeno social constituido por el conjunto de las infracciones, contra las normas fundamentales de convivencia, producidas en un tiempo y lugar determinados.
Visto el concepto de delincuencia, resulta necesario delimitar el adjetivo de juvenil, es decir, ¿cuándo la delincuencia es juvenil?. Hay personas que no han alcanzado aún la mayoría de edad (evidentemente penal), pero no en todos los países coincide la mayoría de edad penal con la mayoría de edad política y civil, y ello supone una frontera o barrera temporal que tanto la conciencia social como la legal han fijado para marcar el tránsito desde el mundo de los menores al mundo de los adultos.
Para Herrero Herrero, el término delincuencia juvenil es un concepto eminentemente socio-histórico. Y en este sentido, Garrido Genovés define al delincuente juvenil como una figura cultural, porque su definición y tratamiento legal responde a distintos factores en distintas naciones, reflejando una mezcla de conceptos psicológicos y legales. Técnicamente, el delincuente juvenil es aquella persona que no posee la mayoría de edad penal y que comete un hecho que está castigado por las leyes.
En definitiva, y teniendo en cuenta todo lo dicho, podemos definir la delincuencia juvenil en España como el fenómeno social constituido por el conjunto de las infracciones penales cometidas por los mayores de 14 años y menores de 18.
Sentado el concepto de delincuencia juvenil, debemos diferenciarlo de otros conceptos próximos o afines, fundamentalmente de aquellos que tienen un terreno común con la delincuencia y que se prestan con frecuencia a la confusión, como es la noción de conflicto social, entendido como la lucha por los valores y por el status, el poder y los recursos escasos, en cuyo proceso las partes enfrentadas optan por anular, dañar o eliminar a sus contrarios. Tales conceptos son los de desviación, marginación y anomia.
Se define la desviación como el comportamiento o conducta que viola el código normativo observado por un grupo y que éste espera sea cumplido por el individuo, que ahora se convierte en sujeto activo de la citada trasgresión. Todo ello es fruto de la rotura, por parte de este individuo, con el sistema establecido.
La marginación social puede ser entendida como la situación psicosocial en la que se ve envuelta una persona en virtud de la insuficiencia de recursos, la precariedad o total ausencia de status social y la exclusión total o parcial de las formas de vida mínimamente próximas a las del modelo prevalente en la comunidad.
La marginación no puede confundirse con situación delincuencial, aunque sí es cierto que con gran frecuencia conduce a ella.
La anomia, que etimológicamente significa sin ley, es en realidad un caso específico de desviación, porque los comportamientos disconformes tiene origen, en muchas ocasiones, en un contexto anómico. Es una situación que puede surgir en periodos de rápida transformación social y política en los que resulta difícil saber qué pautas o normas sociales y jurídicas deber ser seguidas .Dentro de este ámbito de anomia debe incluirse también la situación de la persona que vive a caballo entre dos o más culturas diferentes, siguiendo unas veces las pautas de una y otras, como es el caso de las minorías étnicas -gitanos, etc.-. Ese alejamiento les hace propicios al reclutamiento por parte de los responsables de la delincuencia organizada, que les escogen para llevar a cabo actuaciones simples pero de gran riesgo, como el transporte de drogas en su propio cuerpo.
Debemos citar que también nos encontramos con menores delincuentes que presentan rasgos de personalidad estadísticamente normales o próximos a la normalidad. Son aquellos afectados por situaciones disfuncionales que no perturban de manera especialmente anormal ni la conciencia, ni la capacidad espontánea de decisión, ni la emotividad o afectividad. Esta sería la categoría que englobaría a la mayor parte de los menores delincuentes, entre los que podemos incluir, sin ánimo exhaustivo, los siguientes:
- Aquellos que llevan a cabo simples actos de vandalismo, ataques al mobiliario urbano, etc., como consecuencia de las perturbaciones psicobiológicas que producen la preadolescencia y la adolescencia por motivos de desarrollo y cambio.
- Los que cometen pequeños hurtos, robos o fraudes por motivos de autoafirmación personal frente a compañeros, creyendo suscitar en ellos admiración.
- Los que cometen delitos contra el patrimonio o la indemnidad sexual por puro placer, siendo incapaces de resistir a sus estímulos seductores.
- Los que delinquen para satisfacer meras apetencias consumistas.
La cuestión sobre el concepto de delincuencia juvenil nos obliga, ante todo, a esclarecer dos conceptos: delincuencia y juvenil.
Siempre se ha considerado que la delincuencia es un fenómeno específico y agudo de desviación e inadaptación. En este sentido, se ha dicho que «delincuencia es la conducta resultante del fracaso del individuo en adaptarse a las demandas de la sociedad en que vive», definición que realmente significa todo y nada, en cuanto cabe preguntarse si se refiere a todas las demandas o a unas cuantas, y a cuáles, y si realmente puede esperarse que toda persona, sea menor o adulta, se adapte sin más a las demandas de una sociedad determinada.
Pese a que por influjo de la escuela clásica del Derecho penal y el positivismo psicobiológico, ha sido frecuente considerar el fenómeno de la delincuencia como una realidad exclusivamente individual; sin embargo, actualmente la mayoría de los criminólogos afirman que la delincuencia es un fenómeno estrechamente vinculado a cada tipo de sociedad y es un reflejo de las principales características de la misma, por lo que si se quiere comprender el fenómeno de la delincuencia resulta imprescindible conocer los fundamentos básicos de cada clase de sociedad, con sus funciones y disfunciones.
Teniendo en cuenta lo que hemos expuesto, podemos citar a Herrero Herrero, quien define la delincuencia como el fenómeno social constituido por el conjunto de las infracciones, contra las normas fundamentales de convivencia, producidas en un tiempo y lugar determinados.
Visto el concepto de delincuencia, resulta necesario delimitar el adjetivo de juvenil, es decir, ¿cuándo la delincuencia es juvenil?. Hay personas que no han alcanzado aún la mayoría de edad (evidentemente penal), pero no en todos los países coincide la mayoría de edad penal con la mayoría de edad política y civil, y ello supone una frontera o barrera temporal que tanto la conciencia social como la legal han fijado para marcar el tránsito desde el mundo de los menores al mundo de los adultos.
Para Herrero Herrero, el término delincuencia juvenil es un concepto eminentemente socio-histórico. Y en este sentido, Garrido Genovés define al delincuente juvenil como una figura cultural, porque su definición y tratamiento legal responde a distintos factores en distintas naciones, reflejando una mezcla de conceptos psicológicos y legales. Técnicamente, el delincuente juvenil es aquella persona que no posee la mayoría de edad penal y que comete un hecho que está castigado por las leyes.
En definitiva, y teniendo en cuenta todo lo dicho, podemos definir la delincuencia juvenil en España como el fenómeno social constituido por el conjunto de las infracciones penales cometidas por los mayores de 14 años y menores de 18.
Sentado el concepto de delincuencia juvenil, debemos diferenciarlo de otros conceptos próximos o afines, fundamentalmente de aquellos que tienen un terreno común con la delincuencia y que se prestan con frecuencia a la confusión, como es la noción de conflicto social, entendido como la lucha por los valores y por el status, el poder y los recursos escasos, en cuyo proceso las partes enfrentadas optan por anular, dañar o eliminar a sus contrarios. Tales conceptos son los de desviación, marginación y anomia.
Se define la desviación como el comportamiento o conducta que viola el código normativo observado por un grupo y que éste espera sea cumplido por el individuo, que ahora se convierte en sujeto activo de la citada trasgresión. Todo ello es fruto de la rotura, por parte de este individuo, con el sistema establecido.
La marginación social puede ser entendida como la situación psicosocial en la que se ve envuelta una persona en virtud de la insuficiencia de recursos, la precariedad o total ausencia de status social y la exclusión total o parcial de las formas de vida mínimamente próximas a las del modelo prevalente en la comunidad.
La marginación no puede confundirse con situación delincuencial, aunque sí es cierto que con gran frecuencia conduce a ella.
La anomia, que etimológicamente significa sin ley, es en realidad un caso específico de desviación, porque los comportamientos disconformes tiene origen, en muchas ocasiones, en un contexto anómico. Es una situación que puede surgir en periodos de rápida transformación social y política en los que resulta difícil saber qué pautas o normas sociales y jurídicas deber ser seguidas .Dentro de este ámbito de anomia debe incluirse también la situación de la persona que vive a caballo entre dos o más culturas diferentes, siguiendo unas veces las pautas de una y otras, como es el caso de las minorías étnicas -gitanos, etc.-. Ese alejamiento les hace propicios al reclutamiento por parte de los responsables de la delincuencia organizada, que les escogen para llevar a cabo actuaciones simples pero de gran riesgo, como el transporte de drogas en su propio cuerpo.
Debemos citar que también nos encontramos con menores delincuentes que presentan rasgos de personalidad estadísticamente normales o próximos a la normalidad. Son aquellos afectados por situaciones disfuncionales que no perturban de manera especialmente anormal ni la conciencia, ni la capacidad espontánea de decisión, ni la emotividad o afectividad. Esta sería la categoría que englobaría a la mayor parte de los menores delincuentes, entre los que podemos incluir, sin ánimo exhaustivo, los siguientes:
- Aquellos que llevan a cabo simples actos de vandalismo, ataques al mobiliario urbano, etc., como consecuencia de las perturbaciones psicobiológicas que producen la preadolescencia y la adolescencia por motivos de desarrollo y cambio.
- Los que cometen pequeños hurtos, robos o fraudes por motivos de autoafirmación personal frente a compañeros, creyendo suscitar en ellos admiración.
- Los que cometen delitos contra el patrimonio o la indemnidad sexual por puro placer, siendo incapaces de resistir a sus estímulos seductores.
- Los que delinquen para satisfacer meras apetencias consumistas.
jueves, 2 de diciembre de 2010
El papel de la familia en la prevencion
La familia no puede desligarse de su competencia educativa a la hora de que los hijos alcance hábitos saludables, por lo que debe contribuir en la formación de sus valores y actitudes, de manera que estén preparados para afrontar situaciones difíciles de la vida, entre ellas las relacionadas con el consumo de drogas.
La familia debe favorecer no sólo el desarrollo físico, afectivo o social de los hijos, sino que tiene que educarles en la conservación y promoción de la salud, entendida ésta en un sentido profundo, ofreciendo un modelo de vida sano. Por ello, y en cuanto a las drogas, los padres tendrán que conocer los factores que facilitan su uso/abuso, sabedores de la importancia que tiene el diálogo y la comunicación para subsanar cualquier problemática de relación con las drogas.
Gracias a la comunicación, los padres influyen en los hijos para que adopten valores y actitudes positivas, que les capacitarán para enfrentarse a otras circunstancias que surgirán en sus relaciones con personas y cosas. Ello, unido al afecto y al cuidado, fomentará en los hijos la necesaria seguridad para su desarrollo cognitivo y social.
Resumiendo, el papel de la familia en cuanto a la prevención, se concreta en:
- Seguimiento de los estudios de los hijos. Contacto con profesores y tutores. Participación en el APA.
- Valorar los esfuerzos y logros de los hijos, potenciando su autoestima.
- Fomentar el diálogo y la comunicación en el núcleo familiar. Apertura a la familia extensa y vecinos.
- Animar a la ocupación lúdica del tiempo ocioso y al desarrollo de las habilidades y destrezas de los miembros familiares (música, deporte, aficiones...).
- Crear un ambiente hogareño sano, libre de alcohol y tabaco. Reducir el consumo de medicamentos «inútiles».
- Participar en la Escuela de Padres y Madres, en los Programas Comunitarios... para informarse y formarse.
- Enseñar a los hijos a tomar decisiones de forma razonada, reflexionada y con sentido común.
DETECCIÓN DE CONSUMOS EN EL SENO FAMILIAR
«... Potenciar, en colaboración con los Servicios Sociales, las AMPAS y otras Entidades Sociales, el desarrollo de programas preventivos dirigidos a las familias en general y a las de alto riesgo en particular...». (Estrategia Nacional sobre Drogas 2000-2008)
La familia, si está preparada, puede detectar cualquier cambio en la actitud de los hijos que tengan que ver con el uso de drogas (lenguaje, pérdida de intereses, gasto excesivo, cambio de humor y de relaciones interpersonales...). En ese momento, y manteniendo la calma, debe evaluar la gravedad de la situación y las soluciones viables, partiendo de un diálogo sincero con el hijo para conocer los motivos y circunstancias que le han llevado al consumo. Después habrá que preparar un plan de acción conjunto de toda la familia y, si los hechos le desbordan, podrá solicitar la ayuda a profesionales que trabajan con adolescentes y/o drogodependientes (educadores familiares, de calle, terapeutas...).
La familia debe favorecer no sólo el desarrollo físico, afectivo o social de los hijos, sino que tiene que educarles en la conservación y promoción de la salud, entendida ésta en un sentido profundo, ofreciendo un modelo de vida sano. Por ello, y en cuanto a las drogas, los padres tendrán que conocer los factores que facilitan su uso/abuso, sabedores de la importancia que tiene el diálogo y la comunicación para subsanar cualquier problemática de relación con las drogas.
Gracias a la comunicación, los padres influyen en los hijos para que adopten valores y actitudes positivas, que les capacitarán para enfrentarse a otras circunstancias que surgirán en sus relaciones con personas y cosas. Ello, unido al afecto y al cuidado, fomentará en los hijos la necesaria seguridad para su desarrollo cognitivo y social.
Resumiendo, el papel de la familia en cuanto a la prevención, se concreta en:
- Seguimiento de los estudios de los hijos. Contacto con profesores y tutores. Participación en el APA.
- Valorar los esfuerzos y logros de los hijos, potenciando su autoestima.
- Fomentar el diálogo y la comunicación en el núcleo familiar. Apertura a la familia extensa y vecinos.
- Animar a la ocupación lúdica del tiempo ocioso y al desarrollo de las habilidades y destrezas de los miembros familiares (música, deporte, aficiones...).
- Crear un ambiente hogareño sano, libre de alcohol y tabaco. Reducir el consumo de medicamentos «inútiles».
- Participar en la Escuela de Padres y Madres, en los Programas Comunitarios... para informarse y formarse.
- Enseñar a los hijos a tomar decisiones de forma razonada, reflexionada y con sentido común.
DETECCIÓN DE CONSUMOS EN EL SENO FAMILIAR
«... Potenciar, en colaboración con los Servicios Sociales, las AMPAS y otras Entidades Sociales, el desarrollo de programas preventivos dirigidos a las familias en general y a las de alto riesgo en particular...». (Estrategia Nacional sobre Drogas 2000-2008)
La familia, si está preparada, puede detectar cualquier cambio en la actitud de los hijos que tengan que ver con el uso de drogas (lenguaje, pérdida de intereses, gasto excesivo, cambio de humor y de relaciones interpersonales...). En ese momento, y manteniendo la calma, debe evaluar la gravedad de la situación y las soluciones viables, partiendo de un diálogo sincero con el hijo para conocer los motivos y circunstancias que le han llevado al consumo. Después habrá que preparar un plan de acción conjunto de toda la familia y, si los hechos le desbordan, podrá solicitar la ayuda a profesionales que trabajan con adolescentes y/o drogodependientes (educadores familiares, de calle, terapeutas...).
domingo, 28 de noviembre de 2010
sábado, 27 de noviembre de 2010
Maltrato a la infancia
Debido a q el dia 20 fue el dia Internacional de la infancia, hoy quiero dedicar mi entrada a los niños y a un tema tan escabroso como el maltrato infantil, denunciable sobre todas las cosas
Hay niños/ as maltratados o insuficientemente atendidos por sus padres que nos necesitan para tener una vida más digna. He aquí algunas de las cifras que se barajan sobre la incidencia de los malos tratos
Hay niños/ as maltratados o insuficientemente atendidos por sus padres que nos necesitan para tener una vida más digna. He aquí algunas de las cifras que se barajan sobre la incidencia de los malos tratos
MALTRATO INFANTIL
Hay niños/ as maltratados o insuficientemente atendidos por sus padres que nos necesitan para tener una vida más digna. He aquí algunas de las cifras que se barajan sobre la incidencia de los malos tratos:
- En EE.UU. se registra anualmente 2,3 millones de denuncias de sospecha de abuso y descuido y, por lo menos, 1250 muertes.
- Se estima que anualmente en EE.UU. el 1,5 % de los niños sufre descuidos y el 1 % sufre maltrato (19).
- Entre 1970 y 1980 se produjo en Suecia una tasa de 0,6 por 100.000 niños menores de 15 años muertos debido a malos tratos (20).
En el caso de España las cifras que se conocen representan el 10 % ó el 20 % de los datos reales, por lo que conocemos sólo una pequeña parte del maltrato realmente existente. Además en cuanto a la incidencia de los diferentes tipos de malos tratos dentro de la población de niños y niñas afectados existen semejanzas en diversos estudios realizados en nuestro país. La negligencia es con mucho la forma más frecuente de maltrato, seguida del maltrato emocional.
Antes de pasar a exponer el concepto de maltrato infantil y su tipología, dejemos claro que, el área del maltrato infantil no se encuentra libre de matices emocionales y subjetivos que junto con la escasez de un sólido cuerpo de evidencia empírica, ha llevado al nacimiento y perpetuación de numerosos mitos. Mitos que obstaculizan el reconocimiento público de este problema, entorpecen la práctica profesional efectiva y dificultan nuestra comprensión del fenómeno. Algunos de estos mitos son:
- El maltrato infantil es infrecuente.
- El maltrato infantil lo llevan a cabo personas que son alcohólicas, drogadictas o incluso que están locos.
- El maltrato infantil se da en clases sociales bajas.
- El maltrato infantil es el maltrato físico.
- El maltrato infantil se da siempre en el ámbito privado.
1. Definición de maltrato infantil
Conviene señalar más que la definición en si misma de maltrato infantil, las características comunes, ya que a pesar que bajo el término genérico de maltrato infantil se engloban diversos tipos de situaciones, diferentes en su detección, etiología, tratamiento y prevención. Todas ellas, tienen diferentes características comunes, las cuales exponemos de forma resumida:
- Afectan negativamente a la salud física y/ o psíquica del niño/ a y comprometen su adecuado desarrollo integral.
- Constituyen la manifestación y resultado de un conjunto de problemas que afectan al bienestar psicológico de los padres/ tutores, y a su entorno presente y pasado.
- Sus efectos negativos aumentan en intensidad a medida que la situación se cronifica o es más severa.
2. Manifestaciones/Tipología del maltrato infantil
Podemos nombrar doce situaciones que actualmente se identifican como maltrato infantil:
Hay niños/ as maltratados o insuficientemente atendidos por sus padres que nos necesitan para tener una vida más digna. He aquí algunas de las cifras que se barajan sobre la incidencia de los malos tratos:
- En EE.UU. se registra anualmente 2,3 millones de denuncias de sospecha de abuso y descuido y, por lo menos, 1250 muertes.
- Se estima que anualmente en EE.UU. el 1,5 % de los niños sufre descuidos y el 1 % sufre maltrato (19).
- Entre 1970 y 1980 se produjo en Suecia una tasa de 0,6 por 100.000 niños menores de 15 años muertos debido a malos tratos (20).
En el caso de España las cifras que se conocen representan el 10 % ó el 20 % de los datos reales, por lo que conocemos sólo una pequeña parte del maltrato realmente existente. Además en cuanto a la incidencia de los diferentes tipos de malos tratos dentro de la población de niños y niñas afectados existen semejanzas en diversos estudios realizados en nuestro país. La negligencia es con mucho la forma más frecuente de maltrato, seguida del maltrato emocional.
Antes de pasar a exponer el concepto de maltrato infantil y su tipología, dejemos claro que, el área del maltrato infantil no se encuentra libre de matices emocionales y subjetivos que junto con la escasez de un sólido cuerpo de evidencia empírica, ha llevado al nacimiento y perpetuación de numerosos mitos. Mitos que obstaculizan el reconocimiento público de este problema, entorpecen la práctica profesional efectiva y dificultan nuestra comprensión del fenómeno. Algunos de estos mitos son:
- El maltrato infantil es infrecuente.
- El maltrato infantil lo llevan a cabo personas que son alcohólicas, drogadictas o incluso que están locos.
- El maltrato infantil se da en clases sociales bajas.
- El maltrato infantil es el maltrato físico.
- El maltrato infantil se da siempre en el ámbito privado.
1. Definición de maltrato infantil
Conviene señalar más que la definición en si misma de maltrato infantil, las características comunes, ya que a pesar que bajo el término genérico de maltrato infantil se engloban diversos tipos de situaciones, diferentes en su detección, etiología, tratamiento y prevención. Todas ellas, tienen diferentes características comunes, las cuales exponemos de forma resumida:
- Afectan negativamente a la salud física y/ o psíquica del niño/ a y comprometen su adecuado desarrollo integral.
- Constituyen la manifestación y resultado de un conjunto de problemas que afectan al bienestar psicológico de los padres/ tutores, y a su entorno presente y pasado.
- Sus efectos negativos aumentan en intensidad a medida que la situación se cronifica o es más severa.
2. Manifestaciones/Tipología del maltrato infantil
Podemos nombrar doce situaciones que actualmente se identifican como maltrato infantil:
A) Maltrato físico:
«Cualquier acción no accidental por parte de los padres/ tutores que provoque daño físico o enfermedad en el niño o le coloque en grave riesgo de padecerlo».
- Indicadores físicos en el niño:
a) Magulladuras o moratones en el rostro, labios o boca, en zonas extensas del torso, espalda,... Todas ellas en diferentes fases de cicatrización o localización, tamaño, número o forma no habituales (con marcas de objetos).
b) Quemaduras con formas definidas de objetos concretos o de cigarrillos o puros, e incluso realizadas por inmersión en agua caliente.
c) Fracturas de nariz o mandíbula o en espiral de los huesos largos.
d) Torceduras o dislocaciones.
e) Señales de mordeduras humanas claramente realizadas por un adulto y reiteradas.
f) Cortes o pinchazos.
g) Lesiones internas, fracturas de cráneo, daños cerebrales hematomas, asfixia y ahogamiento.
Para identificar la presencia de maltrato físico ha de cumplirse al menos uno de los siguientes requisitos:
1. Como mínimo en una ocasión se ha detectado la presencia de al menos uno de los indicadores. Las lesiones físicas no son «normales» en el rango de lo previsible en un niño de su edad y características (bien por su mayor frecuencia o intensidad, por ser lesiones aparentemente inexplicables o no acordes con las explicaciones dadas por el niño y/ o los padres, etc).
2. No se ha percibido claramente ninguno de los indicadores señalados, pero hay un conocimiento certero de que el niño ha padecido alguna de las lesiones físicas indicadas como resultado de la actuación de sus padres o tutores
3. No existen lesiones físicas pero hay un conocimiento certero de que los padres/ tutores utilizan un castigo corporal excesivo o palizas hacia el niño. Para que estos dos tipos de acciones sean calificadas como maltrato físico, deberían estar presentes los siguientes factores:
- La intensidad de la reacción del padre/ madre no se corresponde con la gravedad del comportamiento del niño. O la disciplina administrada no es apropiada o no está en concordancia con los intereses del niño en función de su edad o nivel de desarrollo.
- Parece que el padre/ madre no controló su reacción por lo que prolongó el castigo.
- Además de lo anterior, el niño presenta una reacción de tensión emocional no justificada.
B) Maltrato psíquico (emocional):
«Hostilidad verbal crónica en forma de insulto, desprecio, crítica o amenaza de abandono, y constante bloqueo de las iniciativas de interacción infantiles (desde la evitación hasta el encierro o confinamiento) por parte de cualquier miembro adulto del grupo familiar».
- Tipos de conducta que comprende:
a) Rechazo: En general, implica conductas de los padres/ tutores que comunican o constituyen abandono:
- De cero a dos años: Rechazo activo por parte del padre/ madre a aceptar las iniciativas primarias de apego del niño, a las iniciativas de éste y, a las respuestas naturales/ normales al contacto humano.
- Hasta los cuatro años: Exclusión activa del niño de las actividades familiares.
- Edad escolar: Transmisión constante al niño de una valoración negativa de sí mismo.
- Adolescencia: Rechazo a aceptar los cambios en el rol social esperados en el joven (es decir, evolucionar hacia una mayor autonomía y autodeterminación).
b) Aterrorizar: Se refiere a situaciones en las que se amenaza al niño con un castigo extremo o con uno vago pero siniestro, que intentan crear en él un miedo intenso. También se puede aterrorizar al niño creando hacia él unas expectativas inalcanzables con amenaza de castigo por no alcanzarlas:
- De cero a dos años: Ruptura consistente y deliberada de la tolerancia del niño a los cambios y a los nuevos estímulos.
- Hasta los cuatro años: Utilización de gestos y palabras exagerados que pretenden intimidar, amenazar o castigar al niño.
- Edad escolar: Exigencia al niño de respuesta a demandas contradictorias de los padres/ tutores.
- Adolescencia: Amenaza al joven de exponerle a la humillación pública
c) Aislamiento: Se refiere a privar al niño de las oportunidades para establecer relaciones sociales:
- De cero a dos años: Negación al niño de la posibilidad de interactuar de manera continuada con los padres u otros adultos.
- Hasta los cuatro años: El padre/madre le enseña a evitar cualquier contacto social que no sea con él.
- Edad escolar: Evitación activa de que el niño mantenga relaciones normales con sus compañeros.
- Adolescencia: Evitación activa de que el joven participe en las actividades organizadas e informales fueras del hogar.
d) Violencia doméstica extrema y/ o crónica: Se producen de manera permanente situaciones de violencia física y/ o verbal entre los padres en presencia del niño.
Para definir la existencia de este tipo de maltrato debe presentarse al menos una de las situaciones anteriores de manera reiterada y/o continua, y la presencia de tal/es indicador/es ha de ser claramente perceptible.
C) Negligencia física:
«Las necesidades físicas básicas del niño (alimentación, vestido, higiene, protección y vigilancia en las situaciones potencialmente peligrosas, educación y/ o cuidados médicos) no son atendidas temporalmente o permanentemente por ningún miembro del grupo que convive con el niño».
- Indicadores en el niño:
a) Alimentación: No se le proporciona la alimentación adecuada. Está hambriento.
b) Vestido: Vestuario inadecuado al tiempo atmosférico. El niño no va bien protegido del frío.
c) Higiene: Constantemente sucio, escasa higiene corporal.
d) Cuidados médicos: Ausencia o retraso importante en la atención médica de los problemas físicos, enfermedades o necesidades. Ausencia de cuidados médicos rutinarios.
e) Supervisión: El niño pasa largos períodos de tiempo sin la supervisión y vigilancia de un adulto. Se producen repetidos accidentes domésticos claramente debidos a la negligencia por parte de los padres/ cuidadores del niño.
f) Condiciones higiénicas y de seguridad del hogar que son peligrosas para la salud y seguridad del niño.
g) Área educativa: Inasistencia injustificada y repetida a la escuela
Para definir la existencia de negligencia física, debe presentarse uno o varios de los indicadores de manera reiterada y/o continua.
D) Negligencia psíquica (emocional):
«Falta persistente de respuesta a las señales, expresiones emocionales y conductas procuradoras de proximidad e interacción iniciadas por el niño y falta de iniciativa de interacción y contacto por parte de una figura adulta estable».
- Tipos de conducta que comprende:
a) Ignorar: Se refiere a aquellas situaciones en las que hay una ausencia total de disponibilidad de los padres hacia el niño, o cuando éstos se muestran inaccesibles e incapaces de responder a cualquier conducta del niño:
- De cero a dos años: No provisión de respuesta a las conductas sociales espontáneas del niño.
- De dos a cuatro años: Frialdad y falta de afecto en el tratamiento del padre/ madre al niño; no participación e las actividades diarias del niño
- Edad escolar: Fracaso en proteger al niño de las amenazas externas o en intervenir a favor de éste aun sabiendo que necesita ayuda.
- Adolescencia: Renuncia por parte de los padres al rol parental y ausencia total de interés por el joven.
b) Rechazo de atención psicológica: Rechazo de los padres/ tutores a iniciar un tratamiento de algún problema emocional o conductual del niño, existiendo acceso a un recurso de tratamiento que ha sido recomendado por profesionales competentes.
c) Retraso en la atención psicológica: Los padres/tutores no proporcionan o buscan ayuda psicológica para resolver una alteración emocional o conductual del niño ante una circunstancia extrema en la que es evidente la necesidad de ayuda profesional (por ejemplo, depresión severa, intento de suicidio, etc.).
Para poder definir la existencia de negligencia psíquica debe de presentarse al menos una de las situaciones anteriores de manera reiterada y/ o continua, y su presencia ha de ser claramente perceptible.
E) Abuso sexual:
«Cualquier clase de contacto sexual con un menor de edad, o su utilización directa como objeto de estimulación sexual, cuando no haya alcanzado la edad y la madurez para consentirlo o, si alcanzadas ambas, se aprovecha una posición de superioridad, ascendencia, poder o autoridad, o se utiliza el engaño para obtener su consentimiento, así como, en todo caso, siempre sobre él se use la violencia o la amenaza con aquellos propósitos».
- Tipos de conducta que comprende:
a) Agresiones sexuales: Son las relaciones o contactos sexuales de todo tipo en las que se utiliza la violencia o la intimidación sobre el menor de edad.
La forma objetivamente más grave de este grupo de conductas es la violación, que supone la penetración o, en su caso, la introducción de objetos, por la vía vaginal, bucal o anal.
b) Agresiones sexuales en sentido estricto: Son las relaciones o contactos sexuales de todo tipo sobre menores de edad que no han alcanzado la edad y madurez para poder consentirlos con conocimiento y libertad.
También comprenden los casos en los que, para obtener ese consentimiento, se emplea el engaño o se aprovecha la posición de superioridad (física o de otro tipo), de ascendencia, de poder o de autoridad que se tiene sobre el menor de edad.
c) Otros abusos sexuales: Se incluyen aquí otras conductas en las que no hay contacto físico pero sí una utilización directa del menor de edad con una finalidad sexual. Tal es el caso del exhibicionismo o de la distribución o exhibición de material pornográfico entre menores de edad.
Los tres tipos de conducta adquieren una especial gravedad cuando en ellas intervienen, ya sea como autores, ya consintiéndolas o facilitándolas, los padres, tutores o cualquier otra persona encargada del cuidado del menor de edad.
F) Explotación sexual:
La utilización del niño por sus padres o tutores, o por terceras personas cuando ellos lo sepan y no lo impidan, en la prostitución o en la realización de material o espectáculos de pornografía con el fin de obtener un beneficio, sea económico o de otra índole.
G) Explotación laboral:
«Los padres/ tutores asignan al niño con carácter obligatorio la realización continuada de trabajos (domésticos o no)» que:
- Excedan los límites de lo habitual.
- Deberían ser realizados por adultos.
- Interfieren de manera clara en las actividades y necesidades sociales y/ o escolares del niño.
- Son asignados al niño con el objetivo fundamental de obtener un beneficio económico o similar para los padres o la estructura familiar.
H) Inducción a la delincuencia:
«Los padres facilitan y refuerzan pautas de conducta antisocial o desviadas (especialmente en el área de la agresividad, sexualidad y drogas) que impiden el normal desarrollo e integración social del niño. También incluye situaciones en las que los padres utilizan al niño para la realización de acciones delictivas (por ejemplo, transporte de drogas, hurtos, ...)».
I) Modelo de vida en el hogar inadecuado para el niño:
«El hogar en el que vive el niño constituye un modelo de vida inadecuado para su normal desarrollo por contener pautas asociales o autodestructivas».
- Tipos de conducta que comprende:
a) Conductas delictivas, particularmente las que causan daño a los demás, el tráfico de drogas.
b) Consumo de tóxicos.
c) Comportamientos autodestructivos.
Para poder definir la existencia de un modelo de vida inadecuado para el niño: debe presentarse al menos una de las situaciones anteriores de manera reiterada y/ o continua; su presencia ha de ser claramente perceptible; el modelo inadecuado debe ser claramente perceptible por el niño en su interacción cotidiana; el niño debe reunir condiciones suficientes de vulnerabilidad al modelo, como capacidad cognitiva suficiente y razonamiento moral en desarrollo.
J) Imposibilidad de cumplimiento de las obligaciones parentales:
«Los niños no pueden recibir los cuidados y atención necesarias por parte de sus padres/ tutores, y resulta totalmente imposible, temporal o definitivamente, que se modifique la situación que lo provoca».
La incapacitación puede derivar de las siguientes circunstancias de los padres/ tutores:
- Fallecimiento (orfandad del niño).
- Encarcelamiento.
- Enfermedad incapacitante (física o mental).
K) Abandono:
«Delegación total de los padres/ tutores del cuidado del niño en otras personas, con desaparición física y desentendimiento completo de la compañía y cuidado del niño».
L) Renuncia:
«Negativa explícita a reconocer la paternidad/ maternidad del niño, o negativa a poseer/ mantener cualquier derecho legal sobre éste».
Frecuentemente las conductas del maltrato y/o abandono emocional acompañan a las restantes tipologías de malos tratos.
Las diferentes investigaciones indican que, excepto en los casos de gravedad extrema, los efectos realmente negativos a largo plazo para el niño/ a no derivan fundamentalmente de las acciones de agresión física (sea por acción u omisión), sino de la agresión emocional que se produce simultáneamente al maltrato o abandono físico
«Cualquier acción no accidental por parte de los padres/ tutores que provoque daño físico o enfermedad en el niño o le coloque en grave riesgo de padecerlo».
- Indicadores físicos en el niño:
a) Magulladuras o moratones en el rostro, labios o boca, en zonas extensas del torso, espalda,... Todas ellas en diferentes fases de cicatrización o localización, tamaño, número o forma no habituales (con marcas de objetos).
b) Quemaduras con formas definidas de objetos concretos o de cigarrillos o puros, e incluso realizadas por inmersión en agua caliente.
c) Fracturas de nariz o mandíbula o en espiral de los huesos largos.
d) Torceduras o dislocaciones.
e) Señales de mordeduras humanas claramente realizadas por un adulto y reiteradas.
f) Cortes o pinchazos.
g) Lesiones internas, fracturas de cráneo, daños cerebrales hematomas, asfixia y ahogamiento.
Para identificar la presencia de maltrato físico ha de cumplirse al menos uno de los siguientes requisitos:
1. Como mínimo en una ocasión se ha detectado la presencia de al menos uno de los indicadores. Las lesiones físicas no son «normales» en el rango de lo previsible en un niño de su edad y características (bien por su mayor frecuencia o intensidad, por ser lesiones aparentemente inexplicables o no acordes con las explicaciones dadas por el niño y/ o los padres, etc).
2. No se ha percibido claramente ninguno de los indicadores señalados, pero hay un conocimiento certero de que el niño ha padecido alguna de las lesiones físicas indicadas como resultado de la actuación de sus padres o tutores
3. No existen lesiones físicas pero hay un conocimiento certero de que los padres/ tutores utilizan un castigo corporal excesivo o palizas hacia el niño. Para que estos dos tipos de acciones sean calificadas como maltrato físico, deberían estar presentes los siguientes factores:
- La intensidad de la reacción del padre/ madre no se corresponde con la gravedad del comportamiento del niño. O la disciplina administrada no es apropiada o no está en concordancia con los intereses del niño en función de su edad o nivel de desarrollo.
- Parece que el padre/ madre no controló su reacción por lo que prolongó el castigo.
- Además de lo anterior, el niño presenta una reacción de tensión emocional no justificada.
B) Maltrato psíquico (emocional):
«Hostilidad verbal crónica en forma de insulto, desprecio, crítica o amenaza de abandono, y constante bloqueo de las iniciativas de interacción infantiles (desde la evitación hasta el encierro o confinamiento) por parte de cualquier miembro adulto del grupo familiar».
- Tipos de conducta que comprende:
a) Rechazo: En general, implica conductas de los padres/ tutores que comunican o constituyen abandono:
- De cero a dos años: Rechazo activo por parte del padre/ madre a aceptar las iniciativas primarias de apego del niño, a las iniciativas de éste y, a las respuestas naturales/ normales al contacto humano.
- Hasta los cuatro años: Exclusión activa del niño de las actividades familiares.
- Edad escolar: Transmisión constante al niño de una valoración negativa de sí mismo.
- Adolescencia: Rechazo a aceptar los cambios en el rol social esperados en el joven (es decir, evolucionar hacia una mayor autonomía y autodeterminación).
b) Aterrorizar: Se refiere a situaciones en las que se amenaza al niño con un castigo extremo o con uno vago pero siniestro, que intentan crear en él un miedo intenso. También se puede aterrorizar al niño creando hacia él unas expectativas inalcanzables con amenaza de castigo por no alcanzarlas:
- De cero a dos años: Ruptura consistente y deliberada de la tolerancia del niño a los cambios y a los nuevos estímulos.
- Hasta los cuatro años: Utilización de gestos y palabras exagerados que pretenden intimidar, amenazar o castigar al niño.
- Edad escolar: Exigencia al niño de respuesta a demandas contradictorias de los padres/ tutores.
- Adolescencia: Amenaza al joven de exponerle a la humillación pública
c) Aislamiento: Se refiere a privar al niño de las oportunidades para establecer relaciones sociales:
- De cero a dos años: Negación al niño de la posibilidad de interactuar de manera continuada con los padres u otros adultos.
- Hasta los cuatro años: El padre/madre le enseña a evitar cualquier contacto social que no sea con él.
- Edad escolar: Evitación activa de que el niño mantenga relaciones normales con sus compañeros.
- Adolescencia: Evitación activa de que el joven participe en las actividades organizadas e informales fueras del hogar.
d) Violencia doméstica extrema y/ o crónica: Se producen de manera permanente situaciones de violencia física y/ o verbal entre los padres en presencia del niño.
Para definir la existencia de este tipo de maltrato debe presentarse al menos una de las situaciones anteriores de manera reiterada y/o continua, y la presencia de tal/es indicador/es ha de ser claramente perceptible.
C) Negligencia física:
«Las necesidades físicas básicas del niño (alimentación, vestido, higiene, protección y vigilancia en las situaciones potencialmente peligrosas, educación y/ o cuidados médicos) no son atendidas temporalmente o permanentemente por ningún miembro del grupo que convive con el niño».
- Indicadores en el niño:
a) Alimentación: No se le proporciona la alimentación adecuada. Está hambriento.
b) Vestido: Vestuario inadecuado al tiempo atmosférico. El niño no va bien protegido del frío.
c) Higiene: Constantemente sucio, escasa higiene corporal.
d) Cuidados médicos: Ausencia o retraso importante en la atención médica de los problemas físicos, enfermedades o necesidades. Ausencia de cuidados médicos rutinarios.
e) Supervisión: El niño pasa largos períodos de tiempo sin la supervisión y vigilancia de un adulto. Se producen repetidos accidentes domésticos claramente debidos a la negligencia por parte de los padres/ cuidadores del niño.
f) Condiciones higiénicas y de seguridad del hogar que son peligrosas para la salud y seguridad del niño.
g) Área educativa: Inasistencia injustificada y repetida a la escuela
Para definir la existencia de negligencia física, debe presentarse uno o varios de los indicadores de manera reiterada y/o continua.
D) Negligencia psíquica (emocional):
«Falta persistente de respuesta a las señales, expresiones emocionales y conductas procuradoras de proximidad e interacción iniciadas por el niño y falta de iniciativa de interacción y contacto por parte de una figura adulta estable».
- Tipos de conducta que comprende:
a) Ignorar: Se refiere a aquellas situaciones en las que hay una ausencia total de disponibilidad de los padres hacia el niño, o cuando éstos se muestran inaccesibles e incapaces de responder a cualquier conducta del niño:
- De cero a dos años: No provisión de respuesta a las conductas sociales espontáneas del niño.
- De dos a cuatro años: Frialdad y falta de afecto en el tratamiento del padre/ madre al niño; no participación e las actividades diarias del niño
- Edad escolar: Fracaso en proteger al niño de las amenazas externas o en intervenir a favor de éste aun sabiendo que necesita ayuda.
- Adolescencia: Renuncia por parte de los padres al rol parental y ausencia total de interés por el joven.
b) Rechazo de atención psicológica: Rechazo de los padres/ tutores a iniciar un tratamiento de algún problema emocional o conductual del niño, existiendo acceso a un recurso de tratamiento que ha sido recomendado por profesionales competentes.
c) Retraso en la atención psicológica: Los padres/tutores no proporcionan o buscan ayuda psicológica para resolver una alteración emocional o conductual del niño ante una circunstancia extrema en la que es evidente la necesidad de ayuda profesional (por ejemplo, depresión severa, intento de suicidio, etc.).
Para poder definir la existencia de negligencia psíquica debe de presentarse al menos una de las situaciones anteriores de manera reiterada y/ o continua, y su presencia ha de ser claramente perceptible.
E) Abuso sexual:
«Cualquier clase de contacto sexual con un menor de edad, o su utilización directa como objeto de estimulación sexual, cuando no haya alcanzado la edad y la madurez para consentirlo o, si alcanzadas ambas, se aprovecha una posición de superioridad, ascendencia, poder o autoridad, o se utiliza el engaño para obtener su consentimiento, así como, en todo caso, siempre sobre él se use la violencia o la amenaza con aquellos propósitos».
- Tipos de conducta que comprende:
a) Agresiones sexuales: Son las relaciones o contactos sexuales de todo tipo en las que se utiliza la violencia o la intimidación sobre el menor de edad.
La forma objetivamente más grave de este grupo de conductas es la violación, que supone la penetración o, en su caso, la introducción de objetos, por la vía vaginal, bucal o anal.
b) Agresiones sexuales en sentido estricto: Son las relaciones o contactos sexuales de todo tipo sobre menores de edad que no han alcanzado la edad y madurez para poder consentirlos con conocimiento y libertad.
También comprenden los casos en los que, para obtener ese consentimiento, se emplea el engaño o se aprovecha la posición de superioridad (física o de otro tipo), de ascendencia, de poder o de autoridad que se tiene sobre el menor de edad.
c) Otros abusos sexuales: Se incluyen aquí otras conductas en las que no hay contacto físico pero sí una utilización directa del menor de edad con una finalidad sexual. Tal es el caso del exhibicionismo o de la distribución o exhibición de material pornográfico entre menores de edad.
Los tres tipos de conducta adquieren una especial gravedad cuando en ellas intervienen, ya sea como autores, ya consintiéndolas o facilitándolas, los padres, tutores o cualquier otra persona encargada del cuidado del menor de edad.
F) Explotación sexual:
La utilización del niño por sus padres o tutores, o por terceras personas cuando ellos lo sepan y no lo impidan, en la prostitución o en la realización de material o espectáculos de pornografía con el fin de obtener un beneficio, sea económico o de otra índole.
G) Explotación laboral:
«Los padres/ tutores asignan al niño con carácter obligatorio la realización continuada de trabajos (domésticos o no)» que:
- Excedan los límites de lo habitual.
- Deberían ser realizados por adultos.
- Interfieren de manera clara en las actividades y necesidades sociales y/ o escolares del niño.
- Son asignados al niño con el objetivo fundamental de obtener un beneficio económico o similar para los padres o la estructura familiar.
H) Inducción a la delincuencia:
«Los padres facilitan y refuerzan pautas de conducta antisocial o desviadas (especialmente en el área de la agresividad, sexualidad y drogas) que impiden el normal desarrollo e integración social del niño. También incluye situaciones en las que los padres utilizan al niño para la realización de acciones delictivas (por ejemplo, transporte de drogas, hurtos, ...)».
I) Modelo de vida en el hogar inadecuado para el niño:
«El hogar en el que vive el niño constituye un modelo de vida inadecuado para su normal desarrollo por contener pautas asociales o autodestructivas».
- Tipos de conducta que comprende:
a) Conductas delictivas, particularmente las que causan daño a los demás, el tráfico de drogas.
b) Consumo de tóxicos.
c) Comportamientos autodestructivos.
Para poder definir la existencia de un modelo de vida inadecuado para el niño: debe presentarse al menos una de las situaciones anteriores de manera reiterada y/ o continua; su presencia ha de ser claramente perceptible; el modelo inadecuado debe ser claramente perceptible por el niño en su interacción cotidiana; el niño debe reunir condiciones suficientes de vulnerabilidad al modelo, como capacidad cognitiva suficiente y razonamiento moral en desarrollo.
J) Imposibilidad de cumplimiento de las obligaciones parentales:
«Los niños no pueden recibir los cuidados y atención necesarias por parte de sus padres/ tutores, y resulta totalmente imposible, temporal o definitivamente, que se modifique la situación que lo provoca».
La incapacitación puede derivar de las siguientes circunstancias de los padres/ tutores:
- Fallecimiento (orfandad del niño).
- Encarcelamiento.
- Enfermedad incapacitante (física o mental).
K) Abandono:
«Delegación total de los padres/ tutores del cuidado del niño en otras personas, con desaparición física y desentendimiento completo de la compañía y cuidado del niño».
L) Renuncia:
«Negativa explícita a reconocer la paternidad/ maternidad del niño, o negativa a poseer/ mantener cualquier derecho legal sobre éste».
Frecuentemente las conductas del maltrato y/o abandono emocional acompañan a las restantes tipologías de malos tratos.
Las diferentes investigaciones indican que, excepto en los casos de gravedad extrema, los efectos realmente negativos a largo plazo para el niño/ a no derivan fundamentalmente de las acciones de agresión física (sea por acción u omisión), sino de la agresión emocional que se produce simultáneamente al maltrato o abandono físico
jueves, 18 de noviembre de 2010
Conflictos en el grupo
Conflictos en el grupo
Un conflicto surge cuando entran en contraposición los objetivos, metas o métodos de dos o más personas. El conflicto es un problema de percepción donde las partes involucradas perciben que entre ellas existe un conflicto.
En Suárez, Marines (1996) «Mediación. Conducción de disputas, comunicación y técnicas» se da la siguiente definición:
- Un proceso interaccional, que como tal nace, crece, se desarrolla y puede a veces transformarse, desaparecer y/o disolverse, y otras veces permanecer. - Se co-construye recíprocamente entre dos o más partes, entendiendo por partes a personas, grupos grandes o pequeños, en cualquier combinación. - En el que predominan las interacciones antagónicas sobre las cooperativas. Algunas veces el antagonismo llega a la agresión mutua. - Donde las personas que intervienen lo hacen como seres totales con sus acciones, pensamientos, afectos y discursos.
Esta definición incorpora conducta y afectos considerando a estos dos factores los elementos básicos del conflicto. La escalada o desescalada de un conflicto en una díada o par de personas, es una función de la conducta recíproca. «A» reacciona frente a lo que percibe que «B» le hace, al mismo tiempo que «B» interpreta esta reacción como una expresión de la agresividad de «A» hacia él.
No todos los estudiosos del tema opinan que los conflictos se deben reducir, ya que incluso piensan que se deben estimular los conflictos funcionales que apoyan las metas del grupo y mejoran su desempeño.
El criterio que establece la diferencia entre un conflicto funcional y un conflicto disfuncional es el desempeño del grupo, el impacto que el conflicto tiene sobre el grupo.
Se deben manejar los conflictos apropiadamente para lograr que se reduzcan los efectos negativos y obtener soluciones que permitan a los grupos alcanzar sus metas y objetivos.
El conflicto es constructivo cuando mejora la calidad de las decisiones, estimula la creatividad, alienta el interés y curiosidad entre los miembros del grupo, proporciona el medio para discutir los problemas, impulsa la calidad de las decisiones y liberar la tensión y fomenta un ambiente de cambio.
Los grupos heterogéneos con miembros de diferentes capacidades e intereses entran más en conflicto, generan discusiones que manejadas una manera funcional, producen resultados de mayor calidad a una gran variedad de problemas.
Para una definición del conflicto se deben incluir los siguientes elementos:
- Percepción: El conflicto debe ser consciente, percibido por las partes. Su existencia depende de la percepción que se tenga de él. Si nadie lo siente se acepta que no hay conflicto. Los conflictos percibidos no siempre son reales, hay muchas situaciones que podrían describirse como conflictivas que no lo son y viceversa. - Oposición: Debe haber intereses o metas contrarias. Hay dos o más personas (partes) cuyas metas son incompatibles. - Escasez: Los recursos o bienes de intercambio son limitados (tiempo, dinero, trabajo, afecto prestigio, información, poder…). - Bloqueo: Cuando alguien bloquea la obtención de los objetivos de la otra. Es una conducta intencional, no proveniente de circunstancias fortuitas. La acción puede ser latente o manifiesta.
Naturaleza del conflicto:
Anteriormente se pensaba que los conflictos eran negativos, que eran provocados por personas problemáticas que afectaban al grupo, pero actualmente se sabe que no es necesariamente así. El conflicto se considera algo inevitable en los grupos humanos y si se maneja adecuadamente puede transformarse en una efectividad humana enriquecida y generadora de desarrollo.
Se pueden identificar principalmente tres enfoques distintos:
- El punto de Vista Tradicional: Supone que todo conflicto es malo con lo que deben evitarse. Se relaciona con individuos «indeseables». Se asocia con la agresividad. Genera sentimientos y conductas negativas. Favorece la reducción de conflictos y se recomienda que se vaya a las causas del conflicto y se corrijan. Consideran que el conflicto es una consecuencia disfuncional debida a factores como: mala comunicación, falta de confianza, incapacidad del líder de interesarse por las necesidades de los miembros del grupo.
- El punto de vista de Relaciones Humanas o conductual: Se basa en la creencia de que el conflicto es natural e inevitable en todos los grupos humanos. Esta determinado por factores estructurales y organizacionales. Es parte integral de todo proceso de cambio. El conflicto se acepta, no se puede eliminar e incluso ocasionalmente puede ser benéfico para el desempeño de un grupo.
- El punto de vista Interaccionista: Sostiene la idea de que el conflicto es necesario para que el grupo se desempeñe eficazmente. Por lo tanto, favorece la discusión con madurez y autocrítica, enfocándose al buen manejo del conflicto para que sus resultados sean efectivos. Lo importante no es tanto la existencia del conflicto sino cómo se maneja.
martes, 16 de noviembre de 2010
El Método Del Educador De Calle
Como ya se sabe este blog es una actividad de clase, y en el hay q escribir con contenidos de la educación social y a partir de hoy empezamos con la actividad. Espero que os guste.... Gracias por pasar por aki!!
EL MÉTODO DEL EDUCADOR DE CALLE.
Este profesional incide en unas realidades concretas dentro de unos contextos y ámbitos especiales, valiéndose de unos tácticas metodológicas ajustadas a cada caso en particular.
Esas realidades pueden ser:
- Problemas de toxicomanías en jóvenes.
- Exclusión social por razones de raza, economía, cultura...
- Absentismo escolar, dificultad en el acceso a la cultura, delincuencia...
Los contextos de intervención son:
- Calles, parques, esquinas y plazas.
- Salones de juego, bares y lugares de reunión y ocio juvenil.
- Entidades vecinales y juveniles, centros infantiles...
El proceso metodológico se basa en:
- La demanda implícita o explícita de su intervención a instancia de personas, grupos, profesionales, entidades de Servicios Sociales, escuelas, etc.
- La observación normalizada y sistemática para detectar y analizar los problemas.
- Identificación de las necesidades que puedan necesitar de su intervención.
- El diagnóstico de la situación evidenciada. Deberá conocer la población y los niveles culturales, socioeconómicos, laborales, sociales, etc. que corroboren su diagnóstico.
- Los objetivos que se propone para mejorar la situación.
- La elección del método, los niveles de intervención, las estrategias y los recursos precisos adecuados a cada realidad.
- Los criterios para la evaluación (indicadores, tiempos, métodos, recursos).
- La coordinación que debe establecerse con otras entidades, equipos, etc. que incidan en el mismo ámbito.
- La evaluación con el propio equipo de trabajo.
El Educador convierte en objetivos educativos el encargo que le delega la organización para la que opera y lo hace desde un equipo de trabajo en el que se siente integrado, utilizando los medios que tiene a su alcance y optimizando tanto éstos como su propio desarrollo individual, mejorando su competencia en todos los sentidos (capacidades, cualidades, actitudes, responsabilidades, habilidades, eficiencia...).
En este tipo de trabajo social se ha improvisado mucho, dejándose llevar por el activismo en detrimento de la concreción de objetivos y actividades -programación, diseño y planificación-. No es fácil, después de unas décadas de implantación de la educación de calle, de precisar una metodología propia para todos los destinatarios, pues las realidades y los territorios son diferentes, como lo son a su vez las organizaciones promotoras de los proyectos (Comunidades Autónomas, diputaciones, ayuntamientos, entidades sin ánimo de lucro, sector privado). Por tanto, habrá que tener en cuenta las opciones personales y la perspectiva de la institución inspiradora En cualquier caso sí ha de quedar claro:
- La justificación del programa.
- La finalidad que persigue.
- Las acciones que se llevarán a cabo.
Los márgenes que condicionarán la preparación de proyectos son los siguientes:
- El profesional: Sus aportaciones, aptitudes, filosofía...
- El equipo: Características de los diferentes integrantes, criterios comunes, forma de trabajo...
- La organización: Sus finalidades, métodos propios...
- Aspectos legales: Normas administrativas, estatutos...
Este profesional incide en unas realidades concretas dentro de unos contextos y ámbitos especiales, valiéndose de unos tácticas metodológicas ajustadas a cada caso en particular.
Esas realidades pueden ser:
- Problemas de toxicomanías en jóvenes.
- Exclusión social por razones de raza, economía, cultura...
- Absentismo escolar, dificultad en el acceso a la cultura, delincuencia...
Los contextos de intervención son:
- Calles, parques, esquinas y plazas.
- Salones de juego, bares y lugares de reunión y ocio juvenil.
- Entidades vecinales y juveniles, centros infantiles...
El proceso metodológico se basa en:
- La demanda implícita o explícita de su intervención a instancia de personas, grupos, profesionales, entidades de Servicios Sociales, escuelas, etc.
- La observación normalizada y sistemática para detectar y analizar los problemas.
- Identificación de las necesidades que puedan necesitar de su intervención.
- El diagnóstico de la situación evidenciada. Deberá conocer la población y los niveles culturales, socioeconómicos, laborales, sociales, etc. que corroboren su diagnóstico.
- Los objetivos que se propone para mejorar la situación.
- La elección del método, los niveles de intervención, las estrategias y los recursos precisos adecuados a cada realidad.
- Los criterios para la evaluación (indicadores, tiempos, métodos, recursos).
- La coordinación que debe establecerse con otras entidades, equipos, etc. que incidan en el mismo ámbito.
- La evaluación con el propio equipo de trabajo.
El Educador convierte en objetivos educativos el encargo que le delega la organización para la que opera y lo hace desde un equipo de trabajo en el que se siente integrado, utilizando los medios que tiene a su alcance y optimizando tanto éstos como su propio desarrollo individual, mejorando su competencia en todos los sentidos (capacidades, cualidades, actitudes, responsabilidades, habilidades, eficiencia...).
En este tipo de trabajo social se ha improvisado mucho, dejándose llevar por el activismo en detrimento de la concreción de objetivos y actividades -programación, diseño y planificación-. No es fácil, después de unas décadas de implantación de la educación de calle, de precisar una metodología propia para todos los destinatarios, pues las realidades y los territorios son diferentes, como lo son a su vez las organizaciones promotoras de los proyectos (Comunidades Autónomas, diputaciones, ayuntamientos, entidades sin ánimo de lucro, sector privado). Por tanto, habrá que tener en cuenta las opciones personales y la perspectiva de la institución inspiradora En cualquier caso sí ha de quedar claro:
- La justificación del programa.
- La finalidad que persigue.
- Las acciones que se llevarán a cabo.
Los márgenes que condicionarán la preparación de proyectos son los siguientes:
- El profesional: Sus aportaciones, aptitudes, filosofía...
- El equipo: Características de los diferentes integrantes, criterios comunes, forma de trabajo...
- La organización: Sus finalidades, métodos propios...
- Aspectos legales: Normas administrativas, estatutos...
agradecimiento a la pagina http://www.articuloz.com
sábado, 23 de octubre de 2010
sigue mis pasos
que bonito despertar cada mañana, abrir los ojos y verte junto a mi, que bonito sentir que me rodeas con tus brazos, que bonito descubrir un nuevo dia juntos.
sabes hoy me di cuenta de una cosa, cada vez que mi flequillo no me deja ver, una sonrisa picara nace en mis labios, sólo por que me recuerda que te encanta que me luzca el pelo asi.
por eso me apasiona vivir cada momento contigo, pq a pesar de los malos momentos, que los hay, siempre cabe en mi un recuerdo o una anecdota nuestra, que me lleva al cielo.
saber que vendras a una hora, y tener ese hormigueo en el estomago, la intriga de sentirte de nuevo besándome, que nerviosa me pongo cuando me besas!! soy como esa quinceañera que besan por primera vez, y siente ilusion, miedo, pasion, descontrol, amor. Y sabes cual es mi suerte? que puedo vivir eso cada semana, porque a pesar de las rutinas, del cansancio o del enfado, tengo la gran suerte de poder seguir sintiendo tus besos. Tan calidos, tan protectores, con tanto amor.
ay muchas veces que me siento como ese patito feo al que nadie saca a bailar, como esas peliculas de amor que estoy tan acostumbrada a ver, y de repente viene mi principe, se que odias que te defina así, pero vienes en tu autobus o en tu tren, como si fueras a lomo de un caballo, y vienes a besarme y me abrazas y yo me siento en el cielo, y no kisiera abrir los ojos para no despertar porque es como si fuera un sueño, un maravilloso sueño del que no quiero despertar jamás.
te quejas de nuestra distancia, somos como esa cancion que decia "si tu sientes lo mismo que yo, la distancia es un punto de union", siento q da igual 100, que 1000, que 5000 nunca nada podria separarnos, solamente nosotros, y me muero de pensar que podria pasar eso, moriria como quien muere por dolor, un dolor duro, y demoledor.
que hay de nuestros sueños, nuestras ilusiones? vivamoslas, vivamoslas ya, tengamos prisa, no tengamos paciencia, sea en nombre del amor, sea porque queremos luchar por un nosotros, una casa, una familia, un ya!
Asi que ya ves, me encanta despertar cada dia y verte a mi lado, y me encanta cerrar mis ojos y que seas lo ultimo que vi en el dia, y me encanta pasar la noche sintiendo como me rodeas con tus brazos, haciendome sentir tan protegida, tan enamorada, tan feliz!
nunca olvides que te quiero más que a mi vida edu!!
http://www.youtube.com/watch?v=ajLWTT3zmuQ
sabes hoy me di cuenta de una cosa, cada vez que mi flequillo no me deja ver, una sonrisa picara nace en mis labios, sólo por que me recuerda que te encanta que me luzca el pelo asi.
por eso me apasiona vivir cada momento contigo, pq a pesar de los malos momentos, que los hay, siempre cabe en mi un recuerdo o una anecdota nuestra, que me lleva al cielo.
saber que vendras a una hora, y tener ese hormigueo en el estomago, la intriga de sentirte de nuevo besándome, que nerviosa me pongo cuando me besas!! soy como esa quinceañera que besan por primera vez, y siente ilusion, miedo, pasion, descontrol, amor. Y sabes cual es mi suerte? que puedo vivir eso cada semana, porque a pesar de las rutinas, del cansancio o del enfado, tengo la gran suerte de poder seguir sintiendo tus besos. Tan calidos, tan protectores, con tanto amor.
ay muchas veces que me siento como ese patito feo al que nadie saca a bailar, como esas peliculas de amor que estoy tan acostumbrada a ver, y de repente viene mi principe, se que odias que te defina así, pero vienes en tu autobus o en tu tren, como si fueras a lomo de un caballo, y vienes a besarme y me abrazas y yo me siento en el cielo, y no kisiera abrir los ojos para no despertar porque es como si fuera un sueño, un maravilloso sueño del que no quiero despertar jamás.
te quejas de nuestra distancia, somos como esa cancion que decia "si tu sientes lo mismo que yo, la distancia es un punto de union", siento q da igual 100, que 1000, que 5000 nunca nada podria separarnos, solamente nosotros, y me muero de pensar que podria pasar eso, moriria como quien muere por dolor, un dolor duro, y demoledor.
que hay de nuestros sueños, nuestras ilusiones? vivamoslas, vivamoslas ya, tengamos prisa, no tengamos paciencia, sea en nombre del amor, sea porque queremos luchar por un nosotros, una casa, una familia, un ya!
Asi que ya ves, me encanta despertar cada dia y verte a mi lado, y me encanta cerrar mis ojos y que seas lo ultimo que vi en el dia, y me encanta pasar la noche sintiendo como me rodeas con tus brazos, haciendome sentir tan protegida, tan enamorada, tan feliz!
nunca olvides que te quiero más que a mi vida edu!!
http://www.youtube.com/watch?v=ajLWTT3zmuQ
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