Conflictos en el grupo
Un conflicto surge cuando entran en contraposición los objetivos, metas o métodos de dos o más personas. El conflicto es un problema de percepción donde las partes involucradas perciben que entre ellas existe un conflicto.
En Suárez, Marines (1996) «Mediación. Conducción de disputas, comunicación y técnicas» se da la siguiente definición:
- Un proceso interaccional, que como tal nace, crece, se desarrolla y puede a veces transformarse, desaparecer y/o disolverse, y otras veces permanecer. - Se co-construye recíprocamente entre dos o más partes, entendiendo por partes a personas, grupos grandes o pequeños, en cualquier combinación. - En el que predominan las interacciones antagónicas sobre las cooperativas. Algunas veces el antagonismo llega a la agresión mutua. - Donde las personas que intervienen lo hacen como seres totales con sus acciones, pensamientos, afectos y discursos.
Esta definición incorpora conducta y afectos considerando a estos dos factores los elementos básicos del conflicto. La escalada o desescalada de un conflicto en una díada o par de personas, es una función de la conducta recíproca. «A» reacciona frente a lo que percibe que «B» le hace, al mismo tiempo que «B» interpreta esta reacción como una expresión de la agresividad de «A» hacia él.
No todos los estudiosos del tema opinan que los conflictos se deben reducir, ya que incluso piensan que se deben estimular los conflictos funcionales que apoyan las metas del grupo y mejoran su desempeño.
El criterio que establece la diferencia entre un conflicto funcional y un conflicto disfuncional es el desempeño del grupo, el impacto que el conflicto tiene sobre el grupo.
Se deben manejar los conflictos apropiadamente para lograr que se reduzcan los efectos negativos y obtener soluciones que permitan a los grupos alcanzar sus metas y objetivos.
El conflicto es constructivo cuando mejora la calidad de las decisiones, estimula la creatividad, alienta el interés y curiosidad entre los miembros del grupo, proporciona el medio para discutir los problemas, impulsa la calidad de las decisiones y liberar la tensión y fomenta un ambiente de cambio.
Los grupos heterogéneos con miembros de diferentes capacidades e intereses entran más en conflicto, generan discusiones que manejadas una manera funcional, producen resultados de mayor calidad a una gran variedad de problemas.
Para una definición del conflicto se deben incluir los siguientes elementos:
- Percepción: El conflicto debe ser consciente, percibido por las partes. Su existencia depende de la percepción que se tenga de él. Si nadie lo siente se acepta que no hay conflicto. Los conflictos percibidos no siempre son reales, hay muchas situaciones que podrían describirse como conflictivas que no lo son y viceversa. - Oposición: Debe haber intereses o metas contrarias. Hay dos o más personas (partes) cuyas metas son incompatibles. - Escasez: Los recursos o bienes de intercambio son limitados (tiempo, dinero, trabajo, afecto prestigio, información, poder…). - Bloqueo: Cuando alguien bloquea la obtención de los objetivos de la otra. Es una conducta intencional, no proveniente de circunstancias fortuitas. La acción puede ser latente o manifiesta.
Naturaleza del conflicto:
Anteriormente se pensaba que los conflictos eran negativos, que eran provocados por personas problemáticas que afectaban al grupo, pero actualmente se sabe que no es necesariamente así. El conflicto se considera algo inevitable en los grupos humanos y si se maneja adecuadamente puede transformarse en una efectividad humana enriquecida y generadora de desarrollo.
Se pueden identificar principalmente tres enfoques distintos:
- El punto de Vista Tradicional: Supone que todo conflicto es malo con lo que deben evitarse. Se relaciona con individuos «indeseables». Se asocia con la agresividad. Genera sentimientos y conductas negativas. Favorece la reducción de conflictos y se recomienda que se vaya a las causas del conflicto y se corrijan. Consideran que el conflicto es una consecuencia disfuncional debida a factores como: mala comunicación, falta de confianza, incapacidad del líder de interesarse por las necesidades de los miembros del grupo.
- El punto de vista de Relaciones Humanas o conductual: Se basa en la creencia de que el conflicto es natural e inevitable en todos los grupos humanos. Esta determinado por factores estructurales y organizacionales. Es parte integral de todo proceso de cambio. El conflicto se acepta, no se puede eliminar e incluso ocasionalmente puede ser benéfico para el desempeño de un grupo.
- El punto de vista Interaccionista: Sostiene la idea de que el conflicto es necesario para que el grupo se desempeñe eficazmente. Por lo tanto, favorece la discusión con madurez y autocrítica, enfocándose al buen manejo del conflicto para que sus resultados sean efectivos. Lo importante no es tanto la existencia del conflicto sino cómo se maneja.
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